Condenaron en junio a un hombre que falleció en 2020: Un extraño caso de violencia de género

Un caso inusual ha salido a la luz en Córdoba, donde la justicia condenó a un hombre en junio de este año, a pesar de que este falleció en 2020. El fallo de la Cámara de Familia de 1ª Nominación de la ciudad de Córdoba confirmó una sentencia por violencia de género en un proceso que se inició hace varios años.
Los jueces Fabián Faraoni y María Eugenia Ballesteros, junto con el disidente Rodolfo Ruarte, emitieron el fallo que condenó al hombre, identificado como M.G., por violencia de género gestual, verbal y simbólica contra una compañera de trabajo. La sentencia confirmó la decisión de un juzgado de primera instancia que ordenó al acusado asistir a actividades psicosocioeducativas en el Centro Integral de Varones para aprender a comunicarse adecuadamente con las mujeres. Además, se determinó que los costos del juicio correrían por cuenta de M.G.
Sin embargo, este fallo es inaplicable debido a un detalle fundamental: el hombre en cuestión había fallecido en marzo de 2020. La noticia sobre este caso insólito se dio a conocer cuando el portal de información del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba publicó la decisión el 6 de septiembre con el título "Lo envían al Centro Integral de Varones para que 'aprenda a comunicarse con las mujeres'". La historia fue posteriormente replicada por varios medios de comunicación.
El caso se originó a raíz de denuncias de violencia de género laboral realizadas por una compañera de trabajo identificada como M.M.B. El hombre, M.G., supuestamente hacía comentarios misóginos y descalificantes hacia ella y hacia las mujeres en general en el entorno laboral.
Inicialmente, la jueza Zulma Palmero había considerado el caso como un problema laboral y no como violencia de género. No obstante, ordenó a M.G. asistir a programas educativos relacionados con la violencia de género y solicitó la revocación de su beca de trabajo en Sedronar.
La denunciante, representada por la abogada María Victoria Jalil Manfroni, apeló la decisión. A pesar de la resolución insólita de la Cámara, la abogada destacó que el fallo tiene un valor pedagógico al destacar que ciertas formas de relacionarse entre hombres y mujeres en contextos sociales o laborales no son aceptables.
El cura Mariano Oberlín, quien lidera "La Fazenda", la casa de recuperación de jóvenes con problemas de drogas donde M.G. buscó ayuda y luego fue becario, ofreció una versión diferente de los hechos y explicó que M.G. ya no trabajaba en el lugar cuando se tomó la decisión de la Cámara. Añadió que Marcelo Giovanini, conocido como M.G., había vuelto a consumir drogas problemáticamente antes de su fallecimiento.
El fallo de la Cámara destaca que las notificaciones fueron enviadas a la abogada de M.G. y que esta no informó el deceso del hombre. Según la abogada Jalil Manfroni, esto se debió a que el denunciado no era su patrocinado, por lo que no tenía conocimiento de su fallecimiento.