Acosador serial, repite conducta y vuelve a “caer”

Sebastían “Pucho” Roqué acababa de salir de prisión donde cumplió condena por 7 años. Apenas 12 días más tarde de recuperar la libertad fue detenido, de nuevo por acoso en perjuicio de la mujer con quien tuvo un hijo.

La fiscal de Violencia Familiar Andrea Martin ordenó su captura luego de imputarlo de amenazas y coacción. Seis días antes le habían colocado una tobillera electrónica. En ese momento, Roqué también fue notificado que no podía contactar más a la joven.

Esta mujer, cuya denuncia fue clave para que Roqué terminara condenado, aseguró que luego de que "Pucho" recobrara la libertad el pasado 13 de junio comenzó otra vez a sufrir un acoso sistemático por parte de él.

Los mensajes comenzaron a multiplicarse con una frecuencia enfermiza. Bloqueó un número. Aparecieron de uno nuevo. El fin de semana, ya eran más de 200. Tras una primera denuncia en el Polo de la Mujer, donde recibió una atención poco atenta, al lunes siguiente la recibieron directamente en la unidad judicial 19. Más de 20 páginas de pruebas terminaron por ser impresas.

"Pucho" fue localizado y le colocaron una tobillera electrónica, para impedir que se acercara a su expareja.

El martes, Roqué fue imputado por amenazas y la fiscal le indicó que no puede tener ningún tipo de contacto con la joven.

Sin embargo, el miércoles a la noche, ella tuvo que ir otra vez a una unidad judicial, tras una nueva catarata de mensajes de todo tipo. Cinco horas tuvo que esperar hasta ser atendida.

Entre jueves y viernes la Policía allanó su domicilio y le secuestró celulares y una tablet.

Luego de que la fiscal agravara su nueva imputación, el sábado último a la tarde Roqué fue capturado y trasladado, de manera provisoria, al establecimiento penitenciario 9, detrás del Hospital Misericordia.