"Hablar en un colectivo tendría que estar, por el momento, prohibido"

El término "ventilación cruzada" viene ganando repercusión a partir de la necesidad de evitar al concentración de aire en espacios cerrados. Y el transporte urbano no quedó exento de esto. Sobre este tema, Damián Ramajo, científico santafesino del Conicet, realizó un estudio para conocer cómo se transmite el virus y del material brindó detalles en diálogo con Buen Santa Fe.

"Corresponde a colectivos urbanos: estuvimos evaluando dos de tres formas de contagios que hay. Las gotas balísticas, los esturnudos, la tos: cómo pueden viajar en los colectivos. Esas gotas pueden llegar a viajar hasta dos metros, una distancia considerable. Es lo que dio origen a los distanciamientos sociales de dos metros. De los tres mecanismos, el tercero, fue el tema de aerosoles. Cuando uno habla o respira, pueden viajar todo el tiempo y a grandes distancias. Son arrastradas por corrientes de aire mínima y no caen nunca: quedan hasta diez o doce horas suspendidas en el aire", comenzó diciendo Ramajo.

Además, destacó la implementación del tapabocas. "El uso del barbijo, retiene por lo menos un 50% las partículas que yo emito y también un 50% de las que yo puedo inhalar. El uso del doble barbijo parece una muy buena medida también para reducir esos porcentajes. El otro, no hablar: cuando uno habla, puede llegar a emitir entre 10 y 20 veces más de partículas que cuando uno respira. Hablar en un colectivo tendría que estar, por el momento, prohibido. Y la ventilación, que es la tercera, es fundamental también: la carga viral se disminuye en un 50% en el ambiente cuando se ventila con las ventanitas chiquitas. Si vamos a Santa Fe, la reducción es mucho mayor: hemos verificado que la velocidad de ingreso de aire son muy importantes. Cuando uno abre las ventanas de atrás, la diferencia es notoria".

Con respecto a qué puede ocurrir cuando las temperaturas disminuyan, Ramajo señaló que "uno del frío sabe protegerse, abrigarse, pero del Covid ya no es tan fácil. El nivel de contagio ha subido mucho: tengo amigos que se han contagiado por hablar una hora con una persona que después fue positivo. Hablar una hora en una mesa ya fue motivo para que se hayan contagiado. Esto ocurrió porque estaban en lugares cerrados que no estaban ventilados. No sirve abrir solo una ventana: el aire no va a entrar y salir por esa ventana. Tenés que abrir al menos dos que no estén en la misma pared, de que no estén enfrentadas unas a otras para que no se genere una especie de cortocircuito y el aire simplemente atraviese las dos ventanas y salga sin poder recorrer todo el ambiente. Es fundamental que uno se tome el trabajo de entender cómo funciona eso en su ambiente". 

Sobre la ventilación en colectivos específicamente, describió que "el aire no ingresa por delante y sale por detrás. Es al revés: entra por atrás y sale por adelante. Recorre todo el colectivo de atrás hacia adelante. El caudal de aire llega a ser muy significativo si se llega a abrir no todas las ventanas, con cuatro adelante y cuatro atrás alcanza. Es fundamental abrir en los dos lados: si abro solamente atrás no va a servir, si abro solamente adelante, tampoco. Por eso es importante esto de que algunas queden fijas y que nadie las pueda cerrar".

En la continuidad de la entrevista, volvió a remarcar el uso de barbijos. "Siempre va a ser fundamental en cualquiera de los tipos de contagios, incluso cuando uno toca una superficie: va a impedir que vos te lleves la mano a la boca de forma fácil. Te va a ayudar en todos los casos. El tema de los dos metros se hace fundamental cuando hay gotas balísticas: cuando uno tose o estornuda. Ahí el contacto puede ser muy directo, las gotas son grandes y van a tener una gran carga viral. Hay algo más que son los aerosoles: son los grandes responsables de los super contagios". 

También, explicó la diferencia entre el aire natural y el proveniente de artefactos eléctricos. "El virus se va a esparcir más rápido cuanto más ventilado esté. Pero eso no nos tiene que asustar: lo que nos tiene que asustar es cómo se va a concentrar el virus cuando no hay ventilación de aire. El aire acondicionado de los sistemas de transporte no tiene buena renovación de aire: el aire recircula todo el tiempo, ingresa un 20% de aire fresco. Lo que estoy haciendo es mover el aire, pero no lo limpio. O sea que el aire acondicionado, salvo por el 20%, no va a limpiar el ambiente. Lo va a limpiar la ventilación".

"En general, lo que te digo, es poner énfasis en los lugares cerrados. Es 19 veces más probable contagiarse en lugares cerrados que abiertos. Básicamente, cambia la ventilación y la renovación de aire. Si no hay circulación de aire natural, tratar de poner un ventilador. Un ventilador, colocado en forma de extractor, que apunte hacia afuera y saque aire, genera que salga aire por la ventana y entre por la otra ventana. De esa forma se logra una ventilación de aire muy efectiva. Lo hemos comprobado en similaciones y de forma experimental: estamos muy seguros de lo que decimos", agregó. 

Finalmente, aclaró que el doble barbijo aumenta la prevención. "Los barbijos del ámbito médico tienen una eficiencia muy alta. Los de tela, hasta el más casero de todos, previenen hasta un 50% la transmisión. Si uso dos, no voy a llegar al 100%, pero sí a un 70 u 80% de eficiencia. Es mucho. Si puedo decir que eliminé el 70% de las partículas que hay en el interior del colectivo y a eso le sumo ventilación, el riesgo debería ser muy bajo. En las simulaciones, no decimos que inhalando una gotita me contagié: necesito llegar a una carga viral de entre 50, 100 y 200 aerosoles. Tengo que tratar de reducir, primero, la carga del ambiente. Y luego lo que inhalo. Para eso está el barbijo".

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