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El dramático testimonio de una chica internada por coronavirus: "Soy la prueba de que el covid-19 no respeta a nadie"
Con solo 14 años, María Sherezade Ramírez, sufrió en primera persona la angustia y el miedo de pasar tres días en terapia sin la compañía de sus padres, luchando junto a los médicos y las enfermeras que la atendían para recuperarse de una neumonía grave provocada por el coronavirus.
A su edad y sin enfermedades previas, nada hacía pensar que tendría que pasar por semejante padecimiento con el coronavirus.
Su madre es personal de limpieza en el Hospital Santa Lucia de Cartagena (Murcia), España, fue la primera que se contagió en un brote.
Tras ella, el virus se transmitió también a su padre, con patologías previas y a sus abuelos, de 84 y 80 años, que viven en el mismo domicilio. Sin embargo, contra todo pronóstico, María ha sido la que ha sufrido las peores consecuencias.
"Sabía que estaba a mal, no podía respirar y cuando me dijeron que me tenían que ingresar pensaba que iría a planta. Sin embargo, después de hacerme las pruebas descubrieron que tenía una neumonía grave y me enviaron directamente a terapia", relatala joven.
"Fue muy agobiante, estaba sola, menos mal que podía hablar con mis padres por teléfono o videollamada, porque los médicos no me decían nada de cómo estaba evolucionando", explicó María.
"Por pensar que somos jóvenes y no tenemos patologías, nos creemos que no lo vamos a agarrar y que si nos contagiamos será como un resfriado. Pero yo soy la prueba de que este virus no respeta a nadie, da igual la edad que tengas”, finalizó la chica española.