La Bundesliga frenó un partido para que un jugador musulmán rompiera con el ayuno del Ramadan

La Bundesliga frenó un partido para que un jugador musulmán rompiera con el ayuno del Ramadan, apenas se dio la puesta del sol. Se trata de un episodio histórico en la historia de la liga de fútbol alemana.

En determinado momento del partido, cuando el sol descendió, Moussa Niakhaté, capitán del Mainz, le pidió al árbitro del partido, Matthias Jöllenbeck, tomarse unos minutos para beber agua y también una bebida energética. El juez accedió sin problemas: frenó la pelota y le permitió descansar unos minutos.

El momento, que por supuesto salió en vivo por televisión, recorrió el mundo y reavivó el debate sobre el deporte y la alimentación de los deportistas musulmanes durante este mes, algo que con el correr de los años se vuelve cada vez más relevante.

“No hay ninguna instrucción general al respecto, pero por supuesto apoyamos que nuestros árbitros permitan esas pausas para beber durante el Ramadán a petición de los jugadores. Está bien que se sigan manejando de esa manera”, lanzó después del partido Michael Fröhlich, director general de comunicación de la entidad encargada de los árbitros (DFB Schiri).

El Ramadán, el mes sagrado de ayuno para los musulmanes, comenzó el 1 de abril y termina el 1 de mayo. Durante esas semanas, los fieles renuncian a comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales desde la salida a la puesta del sol. 

Esto es de carácter obligatorio para todos los musulmanes, excepto para quienes estén enfermos, las personas embarazadas, los que viajan, ancianos o las que están menstruando.

PROTESTAS EN LA BUNDESLIGA

Esta misma semana, la Bundesliga fue noticia por otro episodio sobre el césped: activistas climáticos lograron ingresar a la cancha e iniciar una protesta por los fósiles.

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"Última generación: ¡detengan la locura de los fósiles!", era el lema que acompañó a los dos jóvenes que se pararon en el arco del Eintracht durante el enfrentamiento con Friburgo.

El episodio se dio a los 90 segundos de iniciado el partido y duró unos tres minutos hasta el personal de seguridad logró sacar a los muchachos, permitiendo que la disputa se desarolle de manera normal.

Una protesta similar se vivió la Premier el pasado mes de marzo en un Everton-Newcastle , sin consecuencias físicas para los protestantes en ninguno de los casos.