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A 35 años del femicidio de María Soledad Morales en Catamarca: un caso de impunidad
Treinta y cinco años se cumplen del femicidio de María Soledad Morales en San Fernando del Valle de Catamarca. La adolescente de 17 años fue asesinada en septiembre de 1990 por hombres vinculados a funcionarios y policías de la provincia, un crimen que reveló la profunda impunidad judicial que existía en Catamarca. María Soledad cumpliría 53 años el próximo 12 de septiembre.
María Soledad Morales, hija de Elías Morales y Ada Rizzardo, cursaba quinto año en el Colegio del Carmen y San José. El 8 de septiembre de 1990 asistió a un boliche para recaudar fondos para su viaje de egresados y, tras salir, fue llevada a otro local por Luis Tula y otros jóvenes ligados al poder provincial. Ese día fue vista por última vez con vida, y su cuerpo fue hallado el 10 de septiembre en Parque Daza, a siete kilómetros de la capital.
El hallazgo del cadáver mostró un escenario de brutalidad y alteración de pruebas. María Soledad presentaba fracturas, quemaduras y mutilaciones; su muerte se produjo por un paro cardíaco tras ser forzada a consumir drogas. La escena fue manipulada por efectivos policiales, incluido el comisario general Miguel Ángel Ferreyra, padre de uno de los implicados.
El primer juicio evidenció fraudes y manipulación de pruebas, obligando a suspender el proceso mientras los medios televisivos transmitían en vivo. Un segundo tribunal retomó la causa y, el 27 de febrero de 1998, Guillermo Luque fue condenado a 21 años y Luis Tula a nueve años por violación seguida de muerte agravada por drogas. Tula cumplió la condena completa y Luque obtuvo libertad condicional tras cumplir dos tercios de su pena.
El reclamo de justicia se mantuvo con fuerza a través de 82 marchas del silencio encabezadas por Martha Pelloni y familiares de la víctima. La madre de María Soledad, Ada Rizzardo, recordó cómo las amigas de su hija se interpusieron para salir a marchar pese a las restricciones policiales, dando inicio a un movimiento social que aún hoy recuerda su historia.
A 35 años del femicidio, María Soledad Morales sigue siendo símbolo de lucha contra la impunidad y la violencia de género en Argentina. Su historia no solo marcó la historia judicial de Catamarca, sino que también impulsó cambios en la conciencia social sobre los femicidios en el país.