Internacionales
Fue mal diagnosticado de cáncer y vivió 35 años creyendo que padecía la enfermedad
No deja de sorprender la dramática historia de Jeff Henigson a quien le dijeron a los 15 años de edad que tenía cáncer en el cerebro y que sus probabilidades de sobrevivir estaban en su contra.
Hoy tiene 50 años y en el 2020 BBC News había publicado la historia de la odisea que le tocó vivir a Jeff cuando era adolescente. Al cumplir las cinco décadas de vida, Jeff recibió decenas de mensajes por correo electrónico valorando su capacidad de superación a una enfermedad que, supuestamente, terminaría por acabar con su vida al poco tiempo del diagnóstico.
Hasta un neuropatólogo, el Dr. Karl Schwarz, dijo que en sus 38 años de carrera, había encontrado solo tres pacientes que lograron sobrevivir más allá de la sombría esperanza de vida. Pero el dato más sobresaliente es que de los tres casos, dos de ellos correspondían a diagnósticos de cáncer erróneos.
El contacto de Jeff con el especialista fue clave para iniciar nuevos estudios después de 35 años de "padecer la enfermedad" que en realidad nunca existió.
"Durante unos segundos pierdo la capacidad de formar palabras o comprender el habla. Mi capacidad para crear nuevos recuerdos también se ve temporalmente interrumpida", contó el paciente en la entrevista a la BBC, quien a su vez confirmó que había visitado a decenas de neurólogos a lo largo de los años hasta integrantes de las mejores instituciones médicas de ambas costas de los Estados Unidos. Pero todos llegaban a la misma conclusión. La esperanza de vida era de tan solo dos o tres años.
Jeff pasó por distintos tratamientos tras su operación en 1986. Recibió radiación cerebral intensiva durante seis semanas, medicamentos de quimioterapia que se administraron durante un año.
Los primeros informes del hospital local donde se llevó a cabo la operación daban cuenta de que el tumor era benigno, sin embargo, el tercer informe detallaba todo lo contrario. Allí apareció la duda y las incongruencias del diagnóstico.
"No soy un milagro médico, soy un error", cuenta Jeff quien a su vez confirmó que con las terapias recibidas para curarse de una enfermedad que no tenía derivaron en daños en su visión, audición y sistema hormonal.
"La casi certeza de mi muerte prematura me llenó de miedo, no solo hasta que superé las probabilidades, sino cada vez que tenía dolor de cabeza, cada vez que me metían en un tubo para otra resonancia magnética de precaución", afirmó el hombre quien también sostuvo que el falso diagnóstico le causó estragos en cada miembro de su familia provocando una herida difícil de sanar.
Las acciones legales a esta altura no tuvieron efecto. La fecha límite para iniciar una demanda en California pasó hace tres décadas.
"De los tres patólogos que examinaron mi tumor e hicieron sus diagnósticos, dos estuvieron de acuerdo en que mi tumor era benigno y uno en desacuerdo con que era una forma agresiva de cáncer; ya no están en la práctica", concluyó el paciente.