Internacionales
Devastadoras inundaciones dejan casi 1000 muertos en Indonesia, Tailandia, Malasia y Sri Lanka
Las lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra arrasaron comunidades enteras en el sudeste asiático. Los gobiernos declararon emergencias, miles de personas están desplazadas y continúan las tareas de rescate.
Casi 1000 personas murieron en los últimos días como consecuencia de las inundaciones y deslizamientos de tierra provocados por lluvias torrenciales en Indonesia, Tailandia, Malasia y Sri Lanka, según confirmaron este sábado las autoridades de cada país. La región atraviesa una de las crisis climáticas más graves de los últimos años, con imágenes desgarradoras de ciudades sumergidas, rutas destruidas y familias atrapadas en medio del agua.
Indonesia concentra el mayor impacto del desastre, con 435 fallecidos y 406 desaparecidos, principalmente en provincias de Sumatra, donde las crecidas repentinas y los deslizamientos arrasaron aldeas enteras. Los equipos de rescate se esfuerzan por llegar a las zonas más afectadas de la turística isla de Sumatra, donde carreteras y comunidades quedaron completamente aisladas.
En Tailandia, al menos 162 personas murieron en el sur del país a causa de las inundaciones y deslizamientos de tierra. Mientras tanto, en Malasia, el estado norteño de Perlis reportó 2 fallecidos por la crecida de ríos y el desborde de arroyos. Alrededor de 34.000 personas fueron evacuadas antes de la tormenta.
Por su parte, Sri Lanka enfrenta una situación crítica: las inundaciones y aludes han provocado 193 muertos y obligaron a 150.000 personas a refugiarse en centros temporales. Además, se reportan 193 desaparecidos. Ante la magnitud de la catástrofe, el gobierno del país declaró estado de emergencia y solicitó asistencia internacional para atender a los damnificados.
La temporada anual del monzón, que ocurre entre junio y septiembre, suele traer fuertes precipitaciones a la región, pero este año las condiciones se vieron agravadas por una tormenta tropical, lo que intensificó el impacto en las poblaciones más vulnerables y generó una crisis humanitaria de gran magnitud.
Los organismos de gestión de desastres de cada país continúan desplegando equipos de rescate, distribuyendo alimentos y agua potable, y habilitando refugios para quienes perdieron sus hogares, mientras la comunidad internacional sigue de cerca la evolución de la emergencia.