“Pity” Álvarez volvió a los escenarios y más de 35 mil personas colmaron el Mario Alberto Kempes

La noche del sábado en Córdoba tuvo un protagonista excluyente: Cristian “Pity” Álvarez volvió a pisar un escenario y el Mario Alberto Kempes se convirtió en el escenario de un regreso tan esperado como cargado de historia. Más de 35 mil personas llegaron desde distintos puntos del país para presenciar el retorno de una de las figuras más intensas y contradictorias del rock argentino, cuyo mito creció incluso en los años en los que estuvo lejos de los shows.

Aunque el show estaba anunciado para las 21, la organización decidió retrasarlo algunos minutos debido al ingreso del público. Finalmente, a las 21.33, las luces se apagaron, el Kempes explotó en aplausos y “Pity” apareció vestido con botas y pantalón a rayas, arropado por una escenografía potente. En uno de los gestos que marcaron la noche, roció con purpurina a los músicos que lo acompañan, como una forma de agradecerles y “hacerlos brillar”.

Con un concierto que se extendió por dos horas y media, el exlíder de Viejas Locas e Intoxicados ofreció un repertorio extenso, cuidado y prolijo, apoyado en una banda sólida, una puesta de luces impactante y un clima festivo en las tribunas.

El impacto del regreso no fue solo artístico. La vuelta del “Pity” llega después de siete años en los que su nombre estuvo vinculado más a sus problemas judiciales y de salud que a los escenarios. Desde 2018 su figura quedó atravesada por el homicidio de Cristian Díaz, sus internaciones, recaídas y tratamientos psiquiátricos. La causa principal continúa abierta, pero permanece suspendida por razones de salud mental.

Mientras tanto, el sábado, el mito volvió a encontrarse con su público. Entre banderas, cánticos y emoción, el Kempes fue testigo de un capítulo nuevo en la historia de un músico que sigue dividiendo opiniones, pero que todavía convoca multitudes cuando decide volver a cantar.