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Adiós “Viejo Maestro”: la historia de Griguol, el gran técnico cordobés que triunfó fuera de la provincia
Falleció Carlos Timoteo Griguol y todo el fútbol argentino le rinde homenaje al director técnico que supo ganarse respeto y afecto, por sus enseñanzas y por colocar en el podio de los campeonatos argentinos a equipos humildes que el ganaron ese espacio a los “grandes”.
Sus éxitos como entrenador comenzaron desde el primer equipo que dirigió, Rosario Central –donde había sido jugador-, continuaron con Ferro Carril Oeste –cuando competía de igual a igual con el Boca de Maradona- y siguieron con Gimnasia y Esgrima de La Plata.
El técnico nacido en Córdoba triunfó alejado de los equipos cordobeses, pero siempre mantuvo una relación de afecto con el Club Atlético Las Palmas. Por caso, las canchas de fútbol sintético llevan su nombre, porque gracias a sus donaciones se pudieron comprar los terrenos y construir el predio deportivo, además de la pileta cubierta que permite practicar natación durante todo el año.
Apenas dos años después de tomar la conducción de Rosario Central, logró el campeonato Nacional 1973.
Con Ferro Carril Oeste logró los dos únicos títulos profesionales que ganó el equipo verde: los Nacionales de 1982 y 1984. Con ese equipo, en 1981 fue subcampeón del Metropolitano que disputó con Boca Juniors –donde descollaba Diego Maradona- hasta la última fecha, y también fue subcampeón del Nacional donde perdió la final con River. Una estatua con su figura en la sede de Ferro Carril Oeste recuerda su legado.
Tu legado es y será nuestra bandera. Tus valores son y serán nuestros horizontes. Tus campeonatos fueron, son y serán nuestra gloria eterna.
— Ferro Carril Oeste (@FerroOficial) May 6, 2021
Tu nombre es y será leyenda.
Serás #EternoTimoteo.
Ayer, hoy y siempre 💚
1934-♾️ pic.twitter.com/eHoiAN4xcu
Con Gimnasia y Esgrima de La Plata fue subcampeón en los torneos Clausura de 1995 y 1996, además del Apertura de 1998.
En periodos cortos, también fue director técnico de River Plate, Unión de Santa Fe, Betis de España y Kimberley de Mar del Plata.
Entre los jugadores era recordada la fuerte palmada en el pecho que les daba al momento de salir al campo de juego para motivarlos a ganar cada partido.
Sus jugadores recuerdan enseñanzas de vida, recomendándoles estudiar, esforzarse en cada tarea que emprendan y el consejo sobre el dinero cuando comenzaban a ganar “plata grande”: “antes que comprarse un auto, cómprese la casa m’hijo”, es la frase que repiten quienes fueron sus dirigidos.