Córdoba

Preocupa la salud de Milagros tras el intento de femicidio: "Mi hija no va a volver a ser la misma"

A poco de cumplirse una semana del brutal ataque que sufrió Milagros Lucente, en manos de su novio quien intentó asesinarla, y luego de seis días de internación en el Hospital San Roque, el cuadro sigue siendo crítico. En las últimas horas su estado de salud, empeoró.
Por Telefe Córdoba

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Córdoba: Preocupa la salud de Milagros tras el intento de femicidio: "Mi hija no va a volver a ser la misma"

Milagros, la joven de 18 años que vivía en La Cumbre junto a su novio, Mauricio Noe Jaime de 22 años, continúa en terapia intensiva luego de que este último, intentara asesinarla golpeándola con una pala de obrero en la cabeza.

Si bien el estado de la joven es crítico, la esperanza había aumentado cuando el pasado miércoles presentó aparentes mejorías. Pero lamentablemente, en las últimas horas el cuadro se tornó complejo.

Desde Telefe Noticias, hablamos con Mariela, la mamá de la joven, quien con voz entrecortada nos contó que "Sigue en terapia intensiva, intubada. Hace dos días, mostraba una evolución en la comunicación, en sus sentidos. Estaba despertando en todos sus sentidos. Los médicos creyeron que iba a seguir evolucionando" relató con nostalgia. Pero en las últimas horas, todo cambió: "El día de hoy, nos dijeron que no. Que presentaba determinadas reacciones, que a la médica la ponía en alarma de que existiera un daño neurológico más grande".

Luego continuó: "Ella no acata órdenes. En su momento sí. Había respondido a mí, ahora no. Antes respondía".

Con gran dolor, Mariela contó: "Yo le decía que la amaba y como ella me decía siempre ´yo más´, le pregunté ¿vos más? y le pedía que abriera y cerrara los ojos, y me pestañó. Eso fue hace dos días. Ahora no acata órdenes".

Además, la mamá agregó: "Otra cosa que preocupa, es que no pueden sacarle el respirador artificial. Ella tuvo una broncoaspiración en un momento del traumatismo, perdiendo tanta sangre". 

Su familia y amigos, llevan casi una semana en la puerta del Hospital San Roque, sin moverse del lugar, a la espera de buenas noticias que informen que Milagros pueda volver a ser la de antes.