Córdoba

Murió envenenado un cóndor cordobés que nació en cuativerio: consumió un agroquímico prohibido

Había nacido en noviembre de 2019 en la Reserva Tatú Carreta, en el Valle de Punilla. Yastay fue encontrado junto a una oveja envenenada con Carbofuran.
Por Telefe Córdoba

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Córdoba: Murió envenenado un cóndor cordobés que nació en cuativerio: consumió un agroquímico prohibido

Una trágica noticia sacudió profundamente a la comunidad conservacionista del país. En las últimas horas, se confirmó la muerte de Yastay, el primer cóndor nacido en cautiverio en Córdoba. Este ejemplar, que llevaba consigo la esperanza de la conservación de su especie, fue hallado sin vida en el sur de Río Negro, a unos 200 kilómetros de Sierra Pailemán, donde fue liberado en 2022.

Yastay, cuyo nombre honra a un dios comechingón tutelar de las aves y protector de los animales, nació en noviembre de 2019 en la Reserva Tatú Carreta, en el Valle de Punilla. Su nacimiento fue celebrado como un hito en los esfuerzos por preservar la especie del cóndor andino en peligro de extinción.

El Programa de Conservación del Cóndor Andino (PCCA) confirmó la triste noticia, revelando que Yastay fue encontrado junto a una oveja envenenada con Carbofuran, un agroquímico prohibido en el país. Este veneno, utilizado ilegalmente por algunos productores rurales para eliminar depredadores como pumas, zorros o perros, se cobró la vida de este emblemático cóndor y amenaza la supervivencia de toda una especie.

La escena del envenenamiento, descrita como "aberrante" por las autoridades conservacionistas, subraya la urgente necesidad de medidas más estrictas para proteger la vida silvestre y preservar la biodiversidad. La muerte de Yastay no solo representa la pérdida de un individuo valioso, sino también un llamado de alerta sobre las graves amenazas que enfrentan las especies en peligro.

La historia de Yastay, desde su nacimiento hasta su liberación en Sierra Pailemán, simbolizaba la esperanza y el esfuerzo dedicado de muchas personas por garantizar un futuro para el cóndor andino. Su partida prematura es un recordatorio doloroso de los desafíos que enfrentan los esfuerzos de conservación y la necesidad de una acción decisiva para proteger nuestro precioso patrimonio natural.