Morir en la calle: El drama de los que viven a la intemperie

Marcela Rodríguez, de 24 años, estaba embarazada de cinco meses y en situación de calle. En la mañana de ayer murió en plena Plaza San Martín, a pesar de los esfuerzos de los profesionales de la salud y de la policía que intentaron reanimarla.

La víctima era conocida entre las personas que viven en situación de calle y por los policías que habitualmente patrullan el microcentro, porque dormía en los ingresos de bancos o comercios intentando cubrirse de la intemperie.

Amigos de Marcela, que también duermen a la intemperie en el centro de la ciudad se refirieron a la situación que atraviesan y el porqué no aprovechan los refugios que hay en la ciudad.

"¿Sabés lo que pasa? Nos llevan a las 7 de la tarde y a las 8 tenemos que estar afuera y después volver a las 8 de nuevo", dice Damián, de 35 años de edad y agrega: "Por ahí no vienen nadie a decirnos 'vamos, le damos el hotel'. Si vamos, dicen que ya está todo lleno y ponen las mil excusas", asegura.

"Tuvo que pasar todo esto para que nos vengan a buscar", dice Marisol, pareja de Damián. Por lo que cuentan, la burocracia para poder acceder a un albergue o a un hotel (a disposición para los que no tienen techo), es alta y son funcionarios municipales o provinciales quienes deben llevarlos si o si.

Con el comienzo de la cuarentena el pasado 20 de marzo, la Municipalidad refugió a más de 500 personas en situación de calle. Liliana Montero, Subsecretaria de Planificación detalla que la persona que murió estuvo bajo programas municipales: "Por distintas circunstancias, muchas veces ingresó al programa y salió del programa. Incluso demandó por parte del municipio interconsultas con el hospital neuropsiquiatrico que es dónde ella llevaba un tratamiento ambulatorio". 

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