Córdoba

Habló la madre de la joven descuartizada en Barrio Villa Urquiza y pidió justicia

La víctima tenía 26 años, era madre de una niña de 11 y atravesaba una historia marcada por vulneraciones y adicciones. Su familia y amigas piden justicia mientras la investigación avanza para identificar al responsable.

Por digitalc0813 digitalc0813

Córdoba: Habló la madre de la joven descuartizada en Barrio Villa Urquiza y pidió justicia

La muerte de Camila Merlo, la joven de 26 años que apareció descuartizada en barrio Villa Urquiza, generó un profundo impacto entre sus amigas y su familia. El grupo que la acompañaba aseguró que aún no pueden creer el trágico final de quien conocían como “la China” y afirmaron que hoy solo buscan justicia y respuestas sobre lo ocurrido.
Camila era madre de una niña de 11 años y trabajadora sexual. Había crecido en el sur de Córdoba, atravesando una infancia difícil y episodios complejos que marcaron su vida adulta. Si bien no estaba en situación de calle, su mayor vulnerabilidad eran las adicciones: según contó su madre, consumía desde muy chica y la familia hizo todo lo que estuvo a su alcance para ayudarla.
Ayer por la tarde, sus amigas realizaron una marcha en su memoria. Prefirieron no mostrar sus rostros por miedo a enfrentar “el mismo destino”, explicaron. Aseguraron que muchas mujeres en contextos similares están expuestas a violencias extremas perpetradas por hombres que se aprovechan de su situación de vulnerabilidad.
Una de sus amigas, Ana, remarcó que Camila era una joven solidaria que siempre estaba para quienes la necesitaban. La describió como alguien que se llevaba bien con todos y que era “una chica alegre”, muy querida en el barrio.
La madre de Camila, Moira Merlo, habló en medio del dolor y definió el hecho como “aberrante”. Contó que la noticia dejó a la familia devastada y sostuvo que “lo que le ha pasado a mi hija, a mi bebé, es terrible”. Explicó que no veía a Camila con frecuencia y que se comunicaban mayormente por redes o por teléfono porque vive lejos de Córdoba. “Me decía que estaba bien”, aseguró.
Moira contó además que su hija residía sola, aunque aún intenta confirmar en qué lugar vivía exactamente. Explicó que Camila siempre preservó aspectos de su vida privada y que ella se enteró de varias situaciones recién en los últimos tiempos. También señaló que la hija de Camila, de 11 años, está al cuidado de la familia paterna.
Sobre la reunión con la fiscalía, la madre sostuvo que “todo lo que hemos hablado está preservado y quiero que quede ahí”. Y realizó un pedido contundente: “Lo único que hago es un pedido de justicia. Quiero creer que la justicia me va a ayudar, ya que el sistema antes no pudo”, expresó. Aseguró que pidió ayuda “muchísimas veces” por la adicción de Camila, un problema que comenzó “desde los 14, 15 años” y que, según relató,  se originó “a raíz de un hecho de violencia que ella recibe cuando era chica”. “El sistema no me ayudó, nadie me ayudó”, lamentó, y recordó que la había internado “dos o tres veces”.
La mujer también cuestionó la falta de recursos destinados a atender casos como el de su hija. “Yo siempre sentí que a los pobres no nos van a ayudar, no nos ayudan… cuando tenés un hijo adicto no hay recursos, para nosotros no hay recursos”, afirmó con crudeza.
Al referirse al crimen, Moira expresó que “el desenlace solo lo sabe el causante” y se preguntó por qué siguen ocurriendo hechos de esta magnitud contra mujeres vulnerables. “Uno no sabe por qué hoy en día hacen esto con las chicas… mentes enfermas, gente malvada”, finalizó.
La investigación continúa y la familia insiste en que su único reclamo es que el responsable pague por el crimen.