El episodio ocurrió el 22 de mayo. Ricardo Birn, de 51 años, alcanzó los 8.400 metros sobre el nivel del mar y fue justo allí, a medio kilómetro de la cumbre, cuando sintió los pies congelados y comenzó a preocuparse. En 2017, el cordobés estuvo cerca de alcanzar el pico de montaña más alto del mundo. Llegó a los 8.700 metros y debió retornar tras sentir cómo perdía la visión de un ojo y se le terminaba el oxígeno de repuesto.

El montañista debió ser rescatado de urgencia por un helicóptero y permaneció internado en Nepal.

Se recuperó y continuó con nuevos desafíos.
Recién llegado de hacer cumbre en el Kilimanjaro, una montaña situada en el noreste de Tanzania, Birn nos cuenta la experiencia.

Este viaje estaba planeado antes de su aventura en el Everest, pensó que no estaría recuperado para lograr este nuevo desafío, pero ahora vuelve con el espíritu fortalecido y feliz de poder continuar con la actividad que tanto lo apasiona.

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