Crece la preocupación por linchamientos: vecinos golpearon y ataron a un presunto ladrón en Córdoba

En un nuevo episodio de justicia por mano propia, vecinos del barrio General Mosconi redujeron y golpearon este domingo a un hombre acusado de haber cometido un robo. El sospechoso, identificado como Ricardo Avellaneda, de 38 años, fue atado a un árbol hasta la llegada de la Policía, que lo trasladó a un hospital con algunos traumatismos. Aunque se encuentra fuera de peligro, quedó detenido por orden judicial. El caso reaviva el debate sobre la aprehensión civil, que si bien está permitida por la ley en casos de delitos flagrantes, no contempla el uso de la violencia por parte de particulares.

Este tipo de situaciones han ido en aumento en la provincia. Días atrás, un hecho similar ocurrió en Achiras, donde un grupo de vecinos capturó a un sospechoso y lo ató a un poste hasta la llegada de la Policía. En barrio Los Boulevares, semanas atrás, otro presunto delincuente fue retenido por residentes, pero antes de que llegaran las fuerzas de seguridad, un grupo armado con palos y machetes apareció en la escena, amenazó a los vecinos y rescató al asaltante. Estos hechos generan alarma entre las autoridades, que advierten sobre el riesgo de que los delincuentes reaccionen de forma violenta o que intervengan cómplices, generando enfrentamientos peligrosos.

El último episodio en General Mosconi ocurrió cerca de las 10 de la mañana, cuando un hombre ingresó armado con un cuchillo a una verdulería en avenida Alem al 3600. Mientras amenazaba a la dueña del local, vecinos intervinieron y lograron reducirlo. El sospechoso intentó huir, pero fue alcanzado, golpeado y finalmente atado con una soga a un árbol. Minutos después, la Policía llegó al lugar, lo esposó y le secuestró un cuchillo con mango de madera. Fue trasladado al Hospital Comipaz para su revisión y luego derivado a una dependencia judicial, donde se espera que la fiscalía de turno formalice su imputación.

El incremento de estos casos responde, según los vecinos, a la creciente inseguridad y la falta de patrullaje policial. Sin embargo, las autoridades insisten en que la mejor manera de actuar ante un delito es llamar al 911 y dejar que las fuerzas de seguridad se encarguen. Experiencias previas han demostrado que la justicia por mano propia puede derivar en tragedias: en 2015, un hombre de 23 años murió tras ser brutalmente golpeado y atado a un árbol en barrio Quebrada de las Rosas. Su familia aún reclama justicia, recordando que, aunque haya cometido un delito, merecía un juicio y no una sentencia a manos de la multitud.