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La visita del presidente a Córdoba, bajo el análisis de Sergio Suppo
El presidente Alberto Fernández concretó hoy su primera vista a Córdoba desde su asunción en diciembre de 2019 y según advierte el director periodístico de Cadena 3, Sergio Suppo, eso “ya es un hecho político en sí mismo”.
“El hecho de que sea la primera visita del presidente Alberto Fernández a Córdoba, ya es un hecho político en sí mismo. Más allá, naturalmente, de los impedimentos propios de movilizarse por dentro de este año y medio por la pandemia”, distinguió en su columna con Telefe Noticias.
En ese sentido, Suppo, destacó que hubo dos protestas en momentos anteriores a los dos actos que desplegó en su agenda el primer mandatario nacional en la provincia, aunque advirtió que previamente a su llegada en las redes ya se anticipaban. “Hay un recibimiento previo a la llegada del propio presidente a Córdoba que se reflejó en las redes sociales que naturalmente anticipan al menos una parte de la temperatura política y social del país, en este caso de la provincia de Córdoba”.
“Esta mañana hubo una manifestación de muy pocas personas – hay que decirlo – y, además, sobre la ruta 19 otra protesta interrumpió una parte de la ruta que une la ciudad de Córdoba con la ciudad de San Francisco”, en el marco del acto presidencial para inaugurar el avance de la obra, expuso.
Las cartas sobre la mesa
Suppo describió el escenario político inmerso ya de lleno en la campaña proselitista que comienza a gestarse en un año electoral, en una provincia que históricamente le fue esquiva al peronismo kirchnerista y en la que el gobernador Juan Schiaretti ya tomó la decisión política de ir con lista propia para cuidar su electorado.
“El presidente llega a la provincia cuando las cartas político-electorales ya parecen prácticamente echadas, en el sentido de que, si bien faltan todavía definir las candidaturas, es una decisión política del gobernador Schiaretti de ir con lista propia, por fuera de las posibilidades de una reconciliación con el kirchnerismo que fue planteada hace ya largo tiempo”, explicó.
Además, agregó que en esa “instancia política – que fue descartada en los últimos meses por Schiaretti – el kirchnerismo debe una vez más pelear con la hostilidad que habitualmente tienen los votantes cordobeses respecto de esta alternativa política”.
En ese sentido, describió que se trata de “un juego político de tres listas, en las que el kirchnerismo deberá pelear con el schiarettismo y, al mismo tiempo, naturalmente con Juntos por el Cambio”.
Fernández-Schiaretti: relación institucional correcta, políticamente fría
“Alberto Fernández en Córdoba pronunció un discurso junto al mandatario provincial en el que no hizo mención, ni referencia política a la relación con el gobernador de Córdoba; se refirió básicamente a la importancia que tiene Fadea y a la producción para la defensa, sin gestos políticos claros ni amigables con Schiaretti, con quien sin embargo tiene una relación personal amigable, más que aceptable, más allá de las diferencias políticas”, amplió el director periodístico de Cadena 3.
Más allá de la visita presidencial de hoy el vínculo entre ambos mandatarios se mantuvo estable institucionalmente, entre los requerimientos de Córdoba a la Nación e individualmente, pero políticamente, Suppo destaca que fue decreciendo.
“Se especuló con que el “albertismo” podría atraer una posibilidad de que el peronismo de Córdoba se reconciliara con el peronismo nacional, que se reunificó a través de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner. Este gesto, fue ya descartado hace bastante tiempo (por Schiaretti)”, precisó.
Pero aclaró: “Sin embargo, la relación institucional no ha sido mala; los acuerdos y necesidades que Córdoba ha tenido con la Nación han encontrado un cause de negociación. Por ejemplo, el caso de la Caja de Jubilaciones. No ha habido demasiados chispazos. Sí es verdad que últimamente Córdoba, a través de Schiaretti marcó distancias claras, por ejemplo, con el cierre de las exportaciones de carne, como anteriormente, el año pasado, lo había hecho con el intento de estatización de la empresa Vicentín”, ahondó.
“Lo cierto y lo concreto es que hay una diferencia marcada y una decisión política en Córdoba de mantener esa diferencia para evitar que la clientela electoral no vaya a menguar en función de un acercamiento a un Gobierno al cual, históricamente, se mantiene bastante alejado”, concluyó.