Tres hospitales y 17 días en terapia: el calvario de un santafesino para superar el Covid

Entre las múltiples facetas que el coronavirus alberga, se encuentra la heterogeneidad de reacciones que puede provocar en una persona. Algunas logran superar la enfermedad con holgura, para otras ha sido de desenlace fatal mientras que, un cúmulo de la sociedad logra dejarla atrás, aunque sin quedar exenta del sufrimiento. Tal es la experiencia del santafesino Gastón Ferreyra, el hombre de 41 años oriundo de Barrio Los Ángeles.

“Me trató muy mal. Estuve con problemas de respiración, 17 días internado. Me hice el hisopado el 17 de noviembre. Me dio positivo, no tenía ningún síntoma, nada. Por ahí un poquito de tos, normal. A los cuatro días me entró a faltar el aire, no podía respirar”, comenzó relatando Gastón.

Luego, pasó a detallar el momento del diagnóstico. “Un domingo voy hasta el Iturraspe nuevo y me dan una pastilla para tomar. No me hizo nada. De ahí me voy al Cullen, me pusieron suero, me hicieron una tomografía y me pusieron oxígeno. Ahí me pasaron al Iturraspe viejo y comenzó todo: desde el primer día estuve con oxígeno. Siete u ocho días. No podía respirar. Fue cada vez peor, me agarró una neumonía”.

Además, remarcó la atención recibida. “En el Hospital fue una atención bárbara. Desde el primero al último día. Desde los que limpian hasta las chicas del laboratorio. Las doctoras, enfermeras, no me puedo quejar. No tengo palabras de agradecimiento”.

“Todos los días que estuve internado estuve prácticamente sin visitas. Veía por 5 o 10 minutos por la ventana a diez metros y no podía hablar. Eso fue lo más complicado que se me hizo”, agregó con respecto a los momentos vividos mientras se encontraba en terapia.

Sobre su estado actual, señaló: “la verdad que me dejó medio asustado. Me quedaron secuelas: me agito un poco, me duele el cuerpo. Los doctores me dijeron que va a llevar un tiempo que me acomode. Tengo un poco de tos”.

“Yo pensaba que ‘y si me toca, no creo que sea tan malo’. No le deseo a nadie lo que me pasó. Le digo a la gente que se cuide, que se cuide mucho. Yo me cuidaba, pero no tanto como para agarrármelo. Le digo que se cuide porque lo que pasé no se lo deseo a nadie”, cerró.