"Teníamos terror de estar en las calles de Ecuador", afirman dos médicos de Cascos Blancos

La misión humanitaria del organismo de la Cancillería argentina, Cascos Blancos en Guayaquil duró 23 días, del 23 de abril al 4 de mayo, incluyó a cuatro voluntarios, tres de ellos médicos y tuvo como finalidad traer de vuelta al país a un grupo de argentinos.

Durante su estadía, Moreno y Font y el resto de la misión conocieron de primera mano cómo enfrentó Ecuador la lucha contra el coronavirus en la ciudad más golpeada hasta ahora, Guayaquil, y contaron el "terror" de estar en las calles.

"Vimos cadáveres en las calles y eso fue porque se saturaron los sistemas, tanto el sanitario como el de recolección de cuerpos. Fue muy evidente en los primeros días, después las autoridades pudieron remediar en parte este problema", contó la doctora Font a Télam.

Y agregó: "Creo que la gente no entendió de qué se trataba. Priorizaron la venta ambulante y ahí fueron los mayores contagios que saturaron los sistemas".

"Fue muy shockeante para nosotros ver la imagen de una mujer –que transmitían por casi todos los canales televisivos ecuatorianos- desesperada que le pedía por favor a la población que tomara conciencia y se quedara adentro porque ella había sufrido la muerte de su papá de 74, la muerte de su mamá de 70, la muerte de su hermano de 48 y la muerte de su sobrina de 23 y exclamaba entre lágrimas: ¡Quédense adentro yo no podré recuperarme nunca más de esto!"

"Espero que nunca tengamos que llegar a esto, -deseó Font- pero (la posibilidad) existe, existe, es real", afirmó y evaluó como muy positivas las medidas de las autoridades argentinas para evitar que lleguemos a un colapso de cualquier de los dos sistemas.

"Creo que la gente que está capacitada para dar las directivas tiene que ser escuchada y obedecida. La cuarentena no es porque si, no es caprichosa, no es para peor de la gente, sino todo lo contrario, mucho peor es estar internado, tener dificultad de ahogo en la respiración y tener que necesitar la ayuda de un respirador", aseveró Font.

Por su parte Néstor Moreno coincide con Font en que "teníamos que extremar los cuidados para no contagiarnos, ya que nuestra misión era repatriar a los argentinos y esto era lo prioritario".

Moreno comparte además su apreciación de que "si bien nosotros llegamos cuando el pico estaba pegando la vuelta, las advertencias de las autoridades tal vez no fueron bien comunicadas y por eso no eran bien acatadas".

"El problema es complejo y uno espera que la respuesta debería ser igual a la problemática", dijo el médico a Télam.

"La gente estaba en la calle ya que Ecuador tuvo la mala suerte de tener muchas personas en la economía precarizada y se calculaba que con la crisis económica que acarrea la pandemia muchos no iba a poder llegar a la canasta básica y que necesitaban vender sus productos, lo que los llevó a exponerse de manera inconsciente", señaló.

"Las medidas que se tomaron fueron coyunturales. Y la gente las fue entendiendo a esa medida. Además Ecuador no tiene un sistema de salud solidario como el nuestro. Hoy nosotros estamos contando las camas disponibles, ellos allá no podían contar las camas, por eso el parámetro que tuvieron fue la consulta en los sistemas de emergencia y los registros tantos de los contagios como de las defunciones llegaban muy tardíamente".

Moreno concluyó, señalando a Télam que "la sociedad hoy en su conjunto tiene que hacer un pacto social de acuerdo a las condiciones que estamos viviendo, que son muy específicas", dijo y subrayó: "Las cuarentenas traen aparejado acompañar las medidas del Estado, aunque a muchos no les gusto o les cueste. El tema central acá es cuidarnos unos a otros. Si hay algo que no puede remediar son las muertes, después todo se puede discutir". (Télam)