Señor Juez: "Mi hermano no tuvo justicia"

Se enteró del horror por la radio. Un flash informativo anunciaba que habían encontrado calcinado a un fotoperiodista en la zona de Madariaga. Inmediatamente, su madre supuso que era su hijo, y tuvo razón. Con el paso de los días fueron enterándose de lo que había sucedido. A José Luis Cabezas lo habían matado por una foto.  

Y no solamente una foto. La impunidad y el poder desmedido de un empresario asesinaron a una persona inocente, que hacía uso de su libertad de prensa, en pleno espacio público.  

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Comenzada la causa, la justicia actuó lentamente. La pena resultante fue reclusión perpetua, y los condenados fueron el ex custodio de Alfredo Yabrán Gregorio Ríos, el excomisario Alberto Gomez, los ex policías Sergio Cameratta y Anibal Luna, el grupo de asesinos “Los Horneros” y Gustavo Prellezo, ex comisario de Mar de Ajó.  

Pero ocurrió lo impensado, o para algunos lo esperado. Por buena conducta dentro del penal y por los beneficios otorgados, ninguno de los implicados cumplió su condena. Ninguno de los culpables pasó más de 13 años en la cárcel. Es más, Prellezo trabajó por años como abogado, con su matrícula aprobada. Cada salida de la cárcel era un dolor agobiante para la familia Cabezas, una angustia punzante, incontenible. Según Gladys, la misma impunidad terminó matando a sus padres, de tristeza.   

Tras reiteradas apelaciones frente a la reducción de penas, la justicia dio la razón a la familia dos veces. Primero, la Suprema Corte Bonaerense y luego la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Pero se hizo caso omiso a las determinaciones de ambos cuerpos.  

En su carta se resalta una frase que interpela al sistema judicial argentino: “Señor Juez, los asesinos de mi hermano no pagaron la pena que les correspondía, y su libertad anticipada es un ejemplo más de las injusticias que suelen ocurrir en el poder judicial”.  

Pasaron 25 años. Ella sigue luchando.