"Les divertía pelear", la declaración de Francisco Santoro, el amigo de Pablo Ventura que es testigo sorpresa

Francisco Santoro fue una especie de testigo privilegiado de la historia. Al igual que Pablo Ventura y muchos jóvenes de Zárate, conocía muy bien las andanzas del grupo de rugbiers que le quitó la vida a Fernando Báez Sosa el 18 de enero de 2020. También vio de cerca como su amigo era incriminado falsamente y finalmente este jueves fue protagonista en el juicio que tiene a los ocho jóvenes sentados en el banquillo de los acusados.

Conoce a la perfección el pasado de esta bandita que jugaba a ser los matones de la ciudad y buscaba presas fáciles de derrotar para atacar en manada. Es por eso que ante las preguntas de la fiscalía relató un episodio ocurrido en Zárate en 2019. Fue a la salida de un boliche, como consecuencia de un incidente ocurrido adentro. 

"Ellos tenían dos maneras de provocar: tirándote un vaso dentro del boliche, o tocándote en la cabeza", describió Santoro, que cuando se le pidió opinión sobre el grupo de rugbiers, declaró: "Como personas, mi concepto es malo, su diversión a la noche era salir a buscar pelea"

"Siempre andaban en grupo", añadió y continuó su relato sobre aquel conflicto sucedido en enero de 2019, un año antes del brutal crimen de Báez Sosa: "A un amigo lo buscaron". "Ellos siempre te buscaban. Te ponían a prueba a ver tu reacción, te tocaban la cabeza o te derramaban un vaso. La pelea empezó adentro y terminó afuera". Aunque enseguida aclaró: "No se puede definir pelea a lo que fue eso, era uno contra un grupo, eran más de cuatro personas".

Al ser consultado sobre quienes participaron de aquella disputa, destacó: "El único apellido que quiero nombrar porque reconozco es Pertossi". Y continuó describiendo el episodio: "Yo estaba con mi pareja e inmediatamente nos fuimos. No era humano ver lo que estaba pasando, totalmente agresivo. El chico terminó hospitalizado con factura de cadera".

Tras su participación en el juicio, Santoro habló en Infobae y recordó lo sucedido con su amigo Pablo Ventura aquella vez en que fue detenido por una falsa acusación: "Lo que le pasó a Pablo fue un infierno. Esa noche estuvimos juntos, él fue a mi casa. Se fue a las 5 y quedamos en juntarnos al otro día. Cuando llegué, él recién se levantaba de la siesta y de pronto vino la Policía y se lo llevó. No lo podía creer yo. No me caía la ficha. Esto que pasó me dio mucha impotencia porque todos hablaron mal de él pero nadie lo escuchó. Cuando lo liberaron fue un alivio, pero la lucha aún no termina”.