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En Neuquén fabrican leña ecológica con restos de fruta
La provincia de Neuquén tiene una histórica economía regional frutícola, sobre todo de peras y manzanas que, además, se procesan para la elaboración de sidra y jugos.
Como resultado de esa industria se genera un descarte: del prensado de la fruta que no tiene más jugo, queda una masa marrón con pulpa, semillas, cáscara y demás, llamada orujo. Cuando éste se seca es altamente combustible.
Esto despertó el ingenio de José Alberto Araberri, el “Vasco”, un productor de la localidad de Plottier. En su pequeña chacra, este veterinario jubilado comenzó a probar qué tan combustible es el descarte de las sidreras. Resulta que los resultados son extraordinarios y ahí comenzó a pensar cómo producir un “bio tronco” al que bautizó BIOT.
“El mismo árbol que me provee las frutas, me da la leña todos los años y sin necesidad de talarlo”, dice el Vasco. “Hicimos estudios con el INTI y nos dio 4254 kilocalorías equivale a una leña”.
De todas maneras, el proyecto es por ahora es artesanal y circular. Para las sidreras es bueno que Araberri se lleve el remanente porque es un problema menos, ya no es basura sino que es un recurso que se reutiliza.
Y es artesanal porque Juan Carlos modificó una cosechadora que tenía y la convirtió en una moldeadora de bio troncos al mismo tiempo que despliega esta masa por la chacra para su secado natural. Luego de 5 días ya está listo para su uso.