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Conmovedor video de un niño de 8 años que a los gritos pide no ser separado de su madre
Todo empezó con el dictamen de la titular del Juzgado Número 2 de la Familia de San Isidro, Laura Sabrina Citraro, quien ordenó separar al nene de la casa de su mamá, donde residía en ese momento, a pesar de los dolorosos gritos de auxilio y llanto del niño que se resistía a ser trasladado. Todo quedó grabado en cámaras de celulares.
El tío del niño contó a LA NACIÓN que su hermana mantuvo una relación corta de algunos meses con el acusado, marcada por la violencia de género. Golpes y hostigamiento, incluso durante su embarazo, que años después se materializarían en otra denuncia penal, que hoy, según el abogado defensor de la familia, “duerme en los cajones de Tribunales”.
A pesar de la violenta relación y las constantes amenazas del padre del niño a la mujer, se mantuvo el régimen de visitas con el hijo que tienen en común. Sin embargo, tras la pandemia y al incrementarse las situaciones de acoso la madre optó por abandonar la casa donde vivía en Beccar y mudarse a un departamento en Recoleta.
“La madre se mudó por el hostigamiento del padre. Ella vivía en una casa de fácil acceso, donde él se trepaba al portón”, detalló.
“Fue terrible. Presenté denuncias contra él en 2015, 2017, 2018 y 2020. La última fue porque me amenazó que me iba pegar un tiro en la cabeza. Durante la pandemia empezó a desobedecer las perimetrales, a buscar a Lucio cuando no le correspondía. Trepaba el portón de la casa, me hostigaba por mensajes. Un mal menor en comparación de cuando se ponía a patear la puerta. Él sabía siempre dónde estaba y me amenazaba”, reveló la madre del niño al diario LA NACIÓN.
Ella explicó que todas estas situaciones la llevaron a temer por su vida y la de sus hijos, además de L. ella tiene una hija de 15 años de una relación anterior. Según aclaró la mujer, dejó asentado en la UFI especializada en género de San Isidro que se radicaría en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y remarcó que pidió ante las autoridades que dieran aviso de su movimiento al Juzgado de Familia. A pesar de ello, el padre presentó una “búsqueda de paradero” y el juzgado le realizó una imputación por desobediencia” al calificarla de “obstruccionista”.
En enero pasado se estableció un régimen de visitas de una semana con cada padre. Según la mujer su hijo manifestaba cada vez más un rechazo hacía su padre y no quería irse con él. No obstante, fue cuando su hija mayor le confesó una serie de situaciones de abuso por parte de su expareja que ella indagó con los cuidados acordes a un niño de 8 años, al menor, quien manifestó también un escenario similar al de su hermana.
A raíz de ello, la madre decidió hacer la denuncia en la Comisaria de la Mujer, en donde le dijeron que debía realizarle un peritaje médico a los chicos. Entonces, ayer, se dirigió al Cuerpo Médico Forense para los estudios pertinentes y de allí luego fue trasladada en un patrullero de la DDI de San Isidro al Juzgado de Familia.
Lo que se desencadenó después quedó registrado en varios videos que dan cuenta del llanto desgarrador del menor, que no quería ser separado de su madre. “El chico de 8 años empezó con ataques de pánico. Nos sacaron a todos de la sala menos a su padre y sus abogados y los gritos auxilio de él se escuchaban desde afuera”, explicó su mamá, quien hasta último momento se resitió a la medida, que fue acompañada por un gran despliegue policial.
“Hoy no sé cómo está. No tengo comunicación y ayer lo vi con mucho miedo”, confesó. “Estamos esperando contar con el acta de dónde está el chico e interponer algunas acciones concretas. Primero, para lograr su restitución, ante el peligro inminente de que implica que esté con un supuesto abusador, y por otro lado, para que los órganos competentes evalúen el accionar de la jueza a cargo”, precisó el letrado al respecto, a quien obligaron ayer a retirarse del Juzgado.