Condenan a empleador por obligar a trabajadora a usar prenda ajustada

Todo se remonta al 2012 cuando la mujer, cuyo nombre se reserva para no victimizarla dos veces, comenzó a trabajar en la estación de servicio donde brindaba atención como cargar nafta, limpiar vidrios, etc. A la hora de uniformar al personal, la trabajadora pidió pantalón talle 38, en lugar de la calza de talle “S”, ajustada en exceso a su cuerpo, tal la prenda que le entregaron. Sus reclamos nunca fueron atendidos.

La situación de agravio para la mujer continuó con el paso del tiempo y la exigencia inalterable de la empresa: debía usar la prenda adjudicada, de lo contrario sería sancionada. Ante la negativa de la empleada alegando que la calza apretada la exponía y violentaba, primero se la apercibe, luego se la despide. La demanda laboral por discriminación concluyó a favor de la damnificada, $42 mil por despido, más $152 mil por intereses; pero el fallo no admitió la figura de la “discriminación”.

El temperamento de la Corte, a donde la mujer llegó en apelación, cambió a su favor, considerando los jueces que sí se trató de un caso de discriminación: “La imposición de vestimenta claramente sexista importa una cosificación y degradación del cuerpo”. Concluye el ejemplar fallo supremo en la indemnización de 150 mil pesos a la trabajadora despedida, a tenor de las leyes que combaten la violencia de género.