Balearon a un cadete, se desmayó sobre las vías y casi lo arrolla el tren

La noche de martes en Barrio María Selva le permitió a Matías Carreras, cadete, volver a nacer. En diálogo con Telefe Santa Fe, relató el suceso. "Todo comienza en Galicia y Mitre, cuando veo a estas dos personas en moto. Trato de escaparme, me dirijo a entregar el pedido: pienso que lo había perdido, freno y en tres segundos me aparecen estos dos delincuentes encapuchados, con cascos y barbijo", comenzó diciendo. 

"Me cruzan la moto, tenía la moto en tercera y no me dicen nada: cuando ven que arranco, sacan el arma y me tiran a quemarropa sin importar nada. Los médicos me dijeron que si era por 5 centímetros más, tocaba la espalda y no salía caminando", graficó.

Sin embargo, no todo finalizó allí. "Cuando me pegan el disparo, agarro la moto y salgo. Doble Hernandarias en contramano buscando ayuda, encuentro un auto, pensé que me iba a ayudar. Sigo hasta General Paz, no sentía el brazo: era una quemazón. Era un calibre 22", continuó.

"Llego a Hernandarias y General Paz, estaban los chicos que hacen de banderilleros porque venía el tren. No me imaginé que no iba a frenar. Me desvanecí, me caigo en la moto y la moto queda en la vía. Pero el tren venía lejos: los banderilleros estaban el shock, no entendían. Yo les decía que me habían disparado y robado. Me metí adentro del auto de ellos y veo que los delincuentes se escapan por el pasaje", describió.

Fue al salir del auto donde volvió a nacer. "Venía el tren a cinco metros, quise agarrar la moto con un brazo y cuando atino a sacarlo, me tropiezo y gracias a Dios me permitió salir de la vía. Podía haber quedado debajo de las vías del tren. El chofer me estuvo buscando: se detuvo y empezó a buscarme debajo del tren. Fue increíble todo. Me dijo 'pensé que te había pisado' ".

"Yo sufrí mucho el miedo, tenía miedo por mí, por mi familia. Fue un conjunto de emociones. Llegó la ambulancia, la policía y me derivaron al Iturraspe nuevo. En la tomografía sale que me quedó la bala al lado del corazón. Va a vivir conmigo toda la vida: representa peligro si yo me la quiero sacar. Al otro día, no podía creer que estaba vivo. Jamás me imaginé vivirlo en carne propia", añadió Matías.

Finalmente, bregó por seguridad. "Yo tengo un carribar en Aristóbulo del Valle y es una zona insegura, no vemos patrulleros ni controles de tránsito. Es la preocupación mía, de mis amigos y de todos. Hay que seguir laburando".

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