Médicos alemanes se desnudan para protestar por la falta de protección

La campaña de las poses sin ropa de los facultativos alemanes, a los que se están uniendo ya otros europeos, se denomina Blanke Bedenken.

Mascarillas, batas, buzos, guantes, son materiales que escasean no sólo e el país, sino también en el mercado internacional.

Con un éxito inmediato en las redes sociales, los médicos exigen que se dote a todo el personal sanitario de trajes de protección y protectores bucales y faciales.

En el caso de Alemania, el aprovisionamiento se lleva a cabo en una acción combinada entre compras en el extranjero y producción nacional, pero pese al aumento de fabricación de equipos de protección personal (EPPs), hay centros sanitarios de ciudades pequeñas a los que no terminan de llegar.

Iris y Ruben Bernau, matrimonio, médicos de familia y parte del equipo médico del centro sanitario de Hambergen, en Sajonia, con unos 5.500 habitantes, están entre los impulsores y se quejan de que "la desnudez pretende ser un síntoma de cuán vulnerables somos sin protección", publica ABC.es. Por eso se decidieron a publicar fotografías en las que se ve a varios profesionales que posan sin ropa, cubiertos por elementos como un estetoscopio, una mochila o vendas en su lugar de trabajo habitual.

En el origen de la protesta está también la decisión de los gobiernos regionales alemanes de exigir como obligatorio el uso de la mascarilla para usuarios del transporte público o clientes de establecimientos, así como para personal de la administración pública.

Algunas de estas medidas han entrado en vigor esta semana y el personal sanitario teme que ese necesario aumento de la demanda lleve a una situación de escasez que afecte a las consultas.

Por el momento, hay mascarillas disponibles en farmacias de Berlín, por ejemplo, al precio de unos 70 euros cada paquete de 50 unidades.

La ministra de Defensa, Annegret Kramp- Karrenbauer, recibió ayer lunes en el aeropuerto de Leipzig un cargamento de 10,3 millones de mascarillas del tipo FFP2, procedentes de China y que llegaron a bordo de un Antonov 225, el avión de carga más grande del mundo.

Son parte de un pedido de 25 millones de mascarillas, de las que el domingo llegaron 8,3 millones y está previsto que mañana llegue el tercer avión con las restantes 6,6 millones de unidades.

Desde principios de marzo, se han suministrado a Alemania 256 millones de mascarillas quirúrgicas, 20 millones de mascarillas FFP2 y otros 22 millones de unidades tipo FFP3.

El Ministerio de Defensa lleva a cabo controles aleatorios en China, antes de que los cargamentos sean enviados, y los somete después a control de calidad más sistemático en suelo alemán.