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Hay un país en el mundo al margen de la pandemia de coronavirus

Se trata de Birmania, que desde el 21 de junio del año pasado tiene bloqueado el acceso a Internet.
Por Telefe Córdoba

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Internacionales: Hay un país en el mundo al margen de la pandemia de coronavirus

El oeste de Birmania no tiene acceso a Internet desde hace un año. El gobierno de ese país no lo permite en su lucha contra la organización armada del Ejército de Arakán (AA). Organizaciones de derechos humanos internacionales y varias embajadas en el país piden su levantamiento.

El apagón impide la llegada de ayuda humanitaria e información sobre el COVID-19.

"El bloqueo de Internet ha creado un agujero negro. Información básica para el funcionamiento de la sociedad desaparece y hace difícil evaluar el volumen de la ayuda que se necesita", señala Laetitia van den Assum, diplomática holandesa que formó parte de una comisión encargada por el Gobierno birmano y liderada por Kofi Annan para hallar soluciones a los múltiples conflictos en Arakan.

El conflicto entre el Ejército birmano (conocido como Tatmadaw) y la guerrilla etnonacionalista del AA recrudeció a partir de enero del año pasado y desde entonces no ha hecho más que enquistarse; por el momento ya ha desplazado a más de 130.000 personas en las remotas zonas del norte de Arakan y el sur del estado Chin, donde el bloqueo a Internet no ha logrado doblegar a los insurgentes.

"El Tatmadaw cree que parte del mando y el control del AA se realiza mediante aplicaciones de mensajería encriptadas. Eso es probablemente cierto, pero hay medidas mucho más específicas que se podrían emplear para responder a ello, en lugar de un bloqueo total de Internet", señala Richard Horsey, analista político radicado en Rangún, la ciudad más populosa del país.

El apagón, que está acompañado de restricciones al acceso de organizaciones de ayuda humanitaria, está provocando que los habitantes de algunos pueblos ni siquiera sean conscientes de la pandemia de COVID-19 y que se desconozcan las carencias de alimentos y agua en una de las zonas más empobrecidas de Birmania, según informaba Human Rights Watch en un comunicado.

El AA, que cuenta con unos 6.000 efectivos, fue creado en 2009 por un grupo de estudiantes de la etnia Rakáin, predominantemente budista y mayoritaria en Arakán, para luchar por la autonomía del estado, como tantos otros grupos armados que representan a minorías étnicas del país, muchos de los cuales llevan luchando contra el Gobierno central desde la independencia de Birmania en 1948.

El Gobierno birmano, liderado desde 2016 por la premio nobel de la paz Aung San Suu Kyi, lleva embarcado en un complejo proceso de paz con muchas de esas guerrillas desde hace años, pero el AA está excluido del mismo por ser considerado una organización terrorista.

El conflicto con el AA no es el único que ha librado el Ejército birmano en el estado de Arakán en los últimos años; en 2016 se alzó en armas también el Ejército Rohinyá de Salvación de Arakán (ARSA), para luchar por los derechos de la minoría predominantemente musulmana rohinyá, a los que las autoridades niegan la ciudadanía y califican como "inmigrantes bengalíes".

Después de una oleada de ataques de ARSA en agosto de 2017 en el norte del estado, el Tatmadaw lanzó una brutal campaña militar tras la que más de 730.000 personas, la mayoría de la población rohinyá, huyeron al vecino Bangladesh, por la que los militares y el Gobierno se enfrentan a una acusación de genocidio en la Corte Internacional del Justicia en La Haya.