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El joven que se salvó de morir en el derrumbe de Miami por el amor de su novia
La noche del 23 de junio, Erik de Moura quería volver a casa, ubicada en Surfside (Miami-Dade, EE UU) pero su novia, Fernanda Figueiredo, le convenció para que se quedase con ella.
Aunque no lo sabía, Figueiredo le estaba salvando la vida a su pareja, pues horas después, esa misma madrugada, el edificio en el que se encontraba su domicilio se derrumbó parcialmente, causando la muerte a, al menos, 18 personas, mientras que 145 aún están desaparecidas.
De Moura relató que estaba justo en su puerta, a punto de salir, y que por algún motivo, su pareja le pidió que se quedara.
Ambos compartieron la velada del 23 de junio junto a otros amigos en casa de Figueiredo, viendo un partido de la Copa América que se disputaba entre Brasil (su país natal) y Colombia.
Y, tras el final del partido, de Moura decidió volver a su apartamento. Su pareja, madre soltera que aquella noche no tenía a uno de sus hijos en casa, le pidió que se quedase, y le insistió, sin saber que le estaba salvando la vida, para que no volviese a su casa.
Según relata el hombre a la cadena estadounidense, a la mañana siguiente revisó su teléfono móvil y vio que había recibido un mensaje de una mujer que trabajaba en el edificio, preguntándole si estaba bien. Fue entonces cuando de Moura decidió llamarla y ella le contó lo sucedido: el edificio se había derrumbado y muchos de los vecinos se encontraban bajo los escombros.
Tras conocer lo sucedido, de Moura reconoce que aún le parece "irreal" que el edificio se derrumbase, y agradece que su pareja le convenciese para quedarse, porque "podría haber estado allí unas horas antes" de caer, relata. "Estoy muy agradecido por estar vivo, pero muy triste por la tragedia", lamentó el hombre a la cadena de televisión.