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El dramático relato de un sepulturero boliviano: "Pasé de cavar 3 tumbas a 15 por día"
A José Luis le toca lidiar con la muerte todos los días. Es un sepulturero en Bolivia que ya tiene la espalda muy cansada por la cantidad de trabajo debido a los fallecimientos por el coronavirus. Fue entrevistado por la BBC para su sitio en español.
Vive en Santa Cruz de la Sierra, la ciudad que es el motor económico de ese país y que, por mucha distancia, es la más castigada por la pandemia. Tiene dos hijos y su mayor terror es que alguno de ellos se contagie.
"Mi señora y mis hijos se van donde mi suegra, más distante del cementerio. No tienen casi contacto conmigo. Ellos no están cerca, pero no les fallo para mandarles la platita", explica el hombre.
"Cuando comenzó esta pandemia y llegó a Bolivia, casi no nos parecía tan creíble. Yo soy trabajador del cementerio y tomé todas las recomendaciones que nos dio el gobierno para mantenernos en cuarentena", relata José Luis.
"Trabajando en el cementerio, antes de la cuarentena, entraban uno, dos, tres. Máximo cuatro llegaban donde nosotros teníamos que enterrar. Cuando ya llegó la pandemia se ha duplicado o triplicado. Se necesitaba sí o sí personal. Pasé de cavar tres tumbas a 15 por día", resaltó el sepulturero boliviano a BBC.