Una vida de trabajo y sabor: Rosa tiene 90 años y hace canelones caseros para vender

Rosa elige trabajar no tanto por necesidad económica, sino para mantenerse ocupada y sentirse bien. Comenzó a trabajar cuando tenía apenas 7 años, y asegura que mantenerse activa es la clave de su vitalidad. "Los jubilados cuando se jubilan se sienten mal, yo soy igual", reflexionó. Para ella, el trabajo no fue una obligación, sino una forma de vida: “Toda la vida trabajando, por eso me siento mal de no hacer nada”.

Suele preparar unas 30 docenas de canelones cada vez que cocina para vender. Cada 15 días repite la tarea, siempre de manera casera: "Un día antes hago algunas cosas y al otro día ya los preparo", explicó, y detalló que la salsa también la deja lista con anticipación. Los canelones son de carne con choclo, una combinación que entusiasma a sus clientes, quienes le mandan fotos con los platos vacíos. “Me mandan fotos, diciéndome que están ricos y el plato limpio”, contó entre risas.

"De todo hago, fideos, canelones, raviones... de todo", aseguró. Y también se involucra en las tareas de la casa: cuando su hija no está, se encarga de la limpieza para ayudarla. Su nieta compartió una foto de ella cocinando, pero Rosa se molestó porque estaba usando el gorro de cocina: “Le dije que no me saque fotos y me enojé”, recordó. “Mi nieta me adora”.

Cuando le preguntan cuál es su secreto para vivir tanto tiempo con energía, la respuesta es simple: “Trabajar”. Y sobre el secreto de su salsa, solo lanza una sonrisa cómplice: “Algo hay”.

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