FOTOS: una caricia de los vecinos al río Suquía, limpiaron la costa y dos basurales ahora son un paseo

Para quienes viven atravesados por el río Suquía, el curso de agua que identifica a Córdoba es un vecino más, pero el trato que le dan es dispar. Mientras muchos lo consideran una especie de cinta transportadora natural para que la basura que arrojan se aleje de su barrio, otros vecinos tomaron la iniciativa de limpiarlo, cuidarlo y darle uso recreativo a sus espacios.

Es el caso de un grupo de jóvenes que organiza, todos los sábados, caminatas destinadas no sólo a mejorar su salud física sino a dotar de salud ambiental al entorno del río Suquía, en la zona de Villa Warcalde, ubicado en el sector norte de la ciudad.

“Comenzamos con esta idea apenas habilitaron las caminatas recreativas durante la cuarentena y éramos apenas siete amigos que nos convocamos en la costa del río Suquía, usando barbijos, cumpliendo los protocolos, pero con la iniciativa de limpiar y mejorar el río ”, cuenta a Telefe Noticias Córdoba, Hernán Magnien Dávila, uno de los impulsores del grupo que tomó el nombre Río Sustentable.

“Nos propusimos recuperar un paisaje maravilloso, propio de las sierras, que tenemos a pocos metros de nuestras casas pero deteriorado por la desaprensión de quienes tiran basura a la costa del río”, prosigue Hernán.

“Para el inicio nos reunimos Martín Vázquez Jones, Tomás Firpi, Benjamín Conti, Juan Ardita, Santiago Paciotti, Miranda Vázquez Jones, Juan Szkuhra y Belén Zaradnik, pero el último fin de semana eramos cerca de 50 voluntarios porque cada día se suman más vecinos a dar una mano; es gratificante ver cómo cambió el río y el entusiasmo de todos por mejorarlo”, dice Hernán.

El crecimiento en el interés de los voluntarios los llevó a organizarse a través de la cuenta de Instagram @rio.sustentable y siguieron río abajo, poniendo manos a la obra.

“Ya limpiamos casi 300 metros de la costa entre los puentes de Villa Warcalde y Los Carolinos, y también logramos cercar con pircas  improvisadas dos basurales recurrentes, dos volcaderos donde descargaban todo tipo de residuos y ahora se mantienen limpios. Sacamos más de 50 cubiertas de autos, bidones con nafta –en algunos casos llenos de combustible- y muchísimas bolsas plásticas. Es grandioso ver que ahora hay vecinos que usan los sectores limpios para pasar un rato en contacto con la naturaleza o tirar una manta para tomar unos mates”, explica Magnien con entusiasmo.

También ese fue el impulso que los llevó a mejorar todo el entorno del río. “Colocamos baldes plásticos acondicionados para tirar los residuos y carteles indicadores que fuimos pintando, pero siempre es bueno que se sigan sumando voluntarios para poder hacer más mejoras”, señaló Hernán.