Córdoba

El último testigo del juicio Cadamuro admitió haber ayudado a enterrar el cuerpo de María Eugenia

Nicolás Rizzi declaró haber ayudado a enterrar a la mujer que fue hallada muerta en Jesús María en junio de 2017, y atribuyó a Jeremías Sanz -su hijo- el femicidio.
Por cbusso cbusso

Córdoba: El último testigo del juicio Cadamuro admitió haber ayudado a enterrar el cuerpo de María Eugenia

Las declaraciones brindadas por Nicolás Rizzi, recientemente imputado por el fiscal Monti por encubrimiento agravado, coinciden con los resultados de los peritajes. 

El último testigo del juicio atribuyó a Jeremías Sanz, hijo de María Eugenia e imputado por su femicidio, la autoría material del hecho y admitió haberlo ayudado a enterrar el cuerpo. 

De acuerdo a sus declaraciones, el homicidio podría haber ocurrido entre las 20:20 y las 22:00 hrs de aquel 15 de marzo, en una zona rural no precisada entre Villa del Totoral y Villa Gutiérrez, sobre la ruta 60.

Rizzi dijo estar regresando de su campo cuando recibió un llamado de su amigo Jeremías Sanz para pedirle ayuda. 

Según su declaración, Sanz lo citó en el bulevar Agüero sin explicarle las circunstancias: "Tuve quilombo con mi vieja, me reputeé, pasá por acá".

Después de recogerlo en el bulevar, viajaron juntos por la ruta 60 e ingresaron en un camino de tierra recorriendo aproximadamente unos mil metros.

Es entonces cuando Rizzi dice haber visto el cadáver de María Eugenia por primera vez; lo encontraron en medio de un sembradío de maíz. 

Aunque discutió con Sanz sobre el hecho, finalmente Rizzi lo ayudó a embolsar el cuerpo de su madre, a cargarlo en la caja de la camioneta y -después de avanzar otros 300 metros sobre el camino de tierra- a enterrarlo en un pozo que había sido cavado previamente. 

El fiscal de Cámara, Hugo Almirón, añadió un agravante más a la calificación del crimen de María Eugenia.

María Eugenia Cadamuro, de 46 años, fue hallada muerta en Junio de 2017 tras estar desaparecida por tres meses. Murió a causa de dos disparos de escopeta, uno en la cabeza y uno en la espalda. Su hijo, Jeremías Sanz, fue detenido en marzo de ese mismo año por privación ilegítima de la libertad agravada por el vínculo. 

Rizzi fue el último testigo del caso. El próximo miércoles se presentarán los alegatos y se espera que ese mismo día se conozca el fallo.