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Una pareja torturó y ató a un nene de 10 años que sacó unas moras de su casa

El nene junto a otros amigos habían pedido permiso a una vecina para recolectar los frutos hasta que otro vecino lo vio y lo agarró de los pies. Ocurrió en Santiago del Estero.
Por Telefe Córdoba

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Actualidad: Una pareja torturó y ató a un nene de 10 años que sacó unas moras de su casa

“Colgalo. Atalo al árbol hasta que llame a la Policía para que lo detenga”, decía una pareja a un menor de 10 años en su casa de la ciudad de Ojo de Agua. El menor había sido sorprendido por un vecino sobre una tapia. El sujeto le ató los pies con un alambre y lo torturó. La madre de la víctima hizo la denuncia penal.

El hecho se produjo hace unos días, en el barrio 30 Viviendas, de la ciudad de Ojo de Agua en Santiago del Estero. El menor le pidió permiso a su madre, como todas las tardes, para ir a jugar con sus amigos.

Se trata de un grupo de niños de entre 8 y 13 años, que se reúnen en una plaza para cantar y bailar. Era una de las actividades que al menor más le gustaba realizar. El niño tomó su parlante portátil y se fue con sus amigos. Ese día iban a “rapear” en la plaza.

Los menores habían estado reunidos unas horas. Luego se dirigieron a la casa de una vecina para juntar moras. Los niños golpearon las manos en la vivienda de la mujer y le pidieron permiso para ingresar a juntar los frutos.

La vecina aceptó. Les advirtió que “tuvieran cuidado de no golpearse” y les recomendó que “tomaran los recaudos correspondientes”. Los pequeños mientras juntaban las moras, ascendieron a una tapia perimetral que sería propiedad de la vivienda lindante a la que estaban autorizados pasar.

El dueño de esa casa estaba apoyado en la medianera observando a los menores. De manera imprevista, tomó de los pies a la víctima. Mientras que los demás niños lograron huir del sitio, a pedir ayuda.

El hombre metió en su casa al menor, lo tomó de los pies y sujetó las extremidades con un alambre. Ató fuertemente los pies del menor con una pinza, mientras alertaba a su concubina sobre la situación.

En ese momento, comenzó la tortura. Mientras el menor pedía ayuda a gritos y trataba de huir del lugar, la esposa del atacante le “recomendó” que lo atara a un árbol.

“Atalo, hasta que llame a la Policía”, le decía la mujer mientras sostenía entre sus manos un teléfono con el que simulaba comunicarse con los efectivos de la Comisaría Comunitaria Nº 31 de Ojo de Agua.

Durante largos diez minutos, el menor vivió momentos de tortura. La pareja lo maltrató psicológicamente, mientras amenazaba con “colgarlo como a un perro”.  Los amigos de la víctima corrieron a la casa del menor. Le contaron lo que había pasado a su madre. La mujer, de inmediato, se dirigió hasta “el hogar del horror”, donde encontró al menor llorando.

Según manifestó la madre de la víctima, había sido recibida por los agresores de su hijo, quienes tenían entre sus manos una pinza y alambre. El menor le contó lo que había pasado, por lo que su progenitora decidió radicar la denuncia penal correspondiente por el aberrante ataque que sufrió en la Comisaría Comunitaria Nº 31, de Ojo de Agua.

El pequeño fue examinado por el médico de Sanidad Policial, quien le diagnosticó lesiones curables en cinco días, salvo complicaciones. La causa, en primera instancia, fue caratulada como privación ilegítima de la libertad de un menor seguido de tortura. Posteriormente, fue cambiada a lesiones leves.