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"No me pidan perpetua, me quiero morir": indagatoria al asesino del kiosquero
“Por favor, no me pidan la prisión perpetua. Me quiero morir”, fueron las palabras que utilizó en su indagatoria ante el fiscal Leandro Daniel Suárez, el acusado de asaltar y asesinar al kiosquero Roberto Sabo en La Matanza.
Según informó Télam que, tras negarse a declarar, el juez de Garantías 5 de La Matanza, Gustavo Banco, ordenó que siga formalmente detenido por "robo calificado -dos hechos-, hurto de vehículo, portación ilegal de arma de fuego de uso civil, portación ilegal de arma de guerra", todo ello agravado por la "participación de un menor de edad".
A su vez, la jefa de todos los fiscales de La Matanza, la fiscal general Patricia Ochoa, indicó que en la ficha de antecedentes de Suárez figura una condena del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 porteño de cinco años y diez meses de prisión por un "hurto con escalamiento en grado de tentativa y robo agravado por el uso de arma", y que salió de la cárcel con la "pena cumplida".
En ese sentido, fuentes policiales informaron que, por esa causa, Suárez ingresó a una prisión del Servicio Penitenciario Federal (SPF) el 16 de noviembre de 2014 y egresó el 13 de agosto de 2020.
Al respecto, la fiscal Ochoa detalló que en poder del acusado se secuestraron una pistola .765 semiautomática con la "numeración suprimida" y un revólver Italo calibre .22, con el que se cree disparó contra el comerciante Sabo.
Por su parte, la adolescente de 15 años aprehendida junto a Suárez quedó a disposición del fiscal Pablo Insúa, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil del mismo Departamento Judicial.
A pedido del fiscal, el juez de garantías del Joven, Gustavo Indovino, dispuso que la chica quede alojada en el Instituto Centro de Admisión y Derivación de Jóvenes de San Martín como medida de seguridad ya que, por su edad, es inimputable y se le aplica un encierro preventivo por cuestiones de peligrosidad.
Sabo fue asesinado el domingo por la tarde durante un asalto en su comercio situado en Avenida de Mayo y Alvarado, en la zona comercial de Ramos Mejía, partido de La Matanza, en el sudoeste del conurbano.
Un testigo alertó a la Policía cuando el asesino salió del local y se fugó con su cómplice en un Ford Focus negro que le robaron a un remisero que los había llevado hasta el lugar.
En medio de la huida, los dos delincuentes chocaron contra un árbol, tras lo cual ingresaron a un supermercado con la intención de simular unas compras y cambiarse la vestimenta para no ser reconocidos.
Luego, ambos huyeron en una moto robada a un repartidor, aunque fueron detenidos por efectivos de la comisaría 2da. de Ramos Mejía en Avenida de Mayo y Rivadavia.
A raíz del hecho, vecinos de La Matanza realizaron anoche una multitudinaria manifestación para reclamar justicia y seguridad en el lugar donde mataron al comerciante, durante la cual se vivieron momentos de tensión con la policía, que arrojó gases lacrimógenos y gas pimienta.