"No es justicia": a 17 años de la violación y crimen de una joven, condenaron a un hombre

En el tercer juicio y a 17 años del homicidio y la violación de Paula Toledo, condenaron a un joven a 11 años de prisión como partícipe necesario.

La pena recayó sobre Marcos Graín Osorio (36) por el crimen de la joven de 19 años, asesinada el 31 de octubre de 2003 en la localidad mendocina de San Rafael.

"No es justicia", dijo la madre de la víctima al salir de la sala de audiencia de dio a conocer el fallo.

Notablemente enojado con la decisión judicial, Nuri Ribota cuestionó: "Tan poco vale la pena de una chica como mi hija". Y añadió: "Esperaba una condena que fuera un precedente".

Es que la familia como querellante reclamó una condena a perpetua, mientras que el fiscal solicitó una pena de 25 años de prisión.

Sin embargo, los jueces Néstor Ariel Murcia, Alejandro Celeste y Esteban Vázquez Soaje decidieron una condena a 11 años de cárcel 

"Yo acepto las cosas que ha pasado la familia Toledo en estos 17 años, me imagino lo que han sentido, sé que con todo esto le han arruinado la vida, pero también a mi familia le han arruinado la vida y nos siguen arruinando la vida", dijo Graín Osorio al pronunciar sus últimas palabras antes de la condena.

"Por eso pido que se haga justicia", añadió ante el tribunal.

"Poli", como llamaban a la joven, mantenía una relación informal con Graín Osorio, quien la fue a buscar a su casa para salir a pasear por San Rafael la última noche que fue vista con vida, el 31 de octubre de 2003.

De acuerdo con los dichos de testigos, ambos fueron hasta una casa abandonada, donde un grupo de jóvenes de ese mismo barrio y conocidos de ambos se reunía habitualmente a beber y a fumar.

El cuerpo de Toledo fue luego hallado con signos de abuso sexual, marcas de quemaduras de cigarrillos y golpeado en un descampado del barrio Sosneado en San Rafael, al sur de Mendoza.

Además del ahora condenado, antes estuvieron detenidos otros cinco sospechosos que quedaron libres tras un primer juicio en 2006.

En 2011 se realizó un segundo juico, ya con Graín como acusado que también terminó sin condena.

Más tarde la Suprema Corte anuló ambos procesos y decidió que ninguno de los acusados en el primer juicio podía ser juzgado por haber prescripto la causa, lo que dejó a Graín como único acusado y ahora condenado.