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Desesperado mensaje de 12 argentinos en el crucero Zaandam: “Estamos debilitados por la tensión y el encierro”

Hay tres cordobeses entre los pasajeros del crucero donde murieron cuatro personas y confirmaron 20 casos de Covid-19. Llevan más de 20 días aislados en camarotes de tres metros cuadrados, compartidos por dos personas. Tras el cierre de los puertos previstos llegaron a Miami pero no logran repatriarlos, como al resto de los pasajeros sin síntomas del coronavirus.
Por Telefe Córdoba

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Actualidad: Desesperado mensaje de 12 argentinos en el crucero Zaandam: “Estamos debilitados por la tensión y el encierro”

“Tomen esto como una botella al mar, un pedido de auxilio y un ruego de argentinos que hace 28 días nos encontramos desesperados y a la deriva. Apelamos a sus corazones para sensibilizarse por nosotros”, dice el periodista cordobés Dante Leguizamón, aislado a bordo del crucero holandés Zaandam donde hubo cuatro muertes y 20 diagnósticos positivos de Covid-19.

Tras el cierre del puerto de Valparaíso comenzaron un derrotero por el océano Pacífico hace más de 20 días, siendo rechazados en distintos puertos hasta llegar a Fort Lauderdale en Miami.

“Nuestra situación resulta desesperante y, pese a los esfuerzos de muchos, no termina de resolverse. Mientras los australianos, los franceses, los ingleses, los canadienses, los alemanes, holandeses, chilenos y asiáticos están en sus casas, en el barco sólo quedan 400 tripulantes (el 20 por ciento enfermos) pasajeros convalecientes, sus familiares y los doce argentinos”, expresa Leguizamón, periodista de los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba.

En diálogo con Telefe Noticias Córdoba, Leguizamón afirmó que durante la mañana del lunes “no hubo avances en las gestiones para lograr ser repatriados” y dijo que están en Miami “por ahora y no se sabe por cuánto tiempo”, remarcando el temor de todos de volver a  alta mar sin lograr ser repatriados.

Así describe las condiciones del aislamiento a bordo del crucero: “La mayoría de nosotros dormimos debajo de la enfermería por donde pasaron esos muertos, permanecieron y permanecen todavía hoy las personas infectadas. La mayoría estamos confinados en una cabina de tres metros cuadrados, compartidas por dos personas, sin luz natural ni aire puro desde el 21 de marzo, hace exactamente 17 días”.

Cabe remarcar que seis de los doce pasajeros argentinos son personas de entre 65 y 80 años de edad y que tales condiciones llevan a todo el grupo  a “un deterioro físico y mental cada vez mayor”.

“El grado de estrés y el desgaste que este genera después de un mes es notable en nuestros estados de ánimo, en el deterioro mental, físico e inmunológico que creemos vital para hacerle frente a un virus como el Covid-19”, detalla Leguizamón.

 Los pasajeros  valoran “que la empresa y la Cancillería se esfuerzan por encontrar una solución (el consulado argentino en Miami se ha movido por intentar mejorar la situación), pero la misma no aparece y reina la incertidumbre”.

El cierre de fronteras complica la situación de los doce pasajeros argentinos. “Sobre este barco estamos en un no país –expresan a través del periodista cordobés- . Aunque estamos en Florida, no hicimos migraciones, no sellaron nuestros pasaportes; somos fantasmas y si esto no se resuelve volveremos al medio del mar. Sin destino, sin garantías y en un barco infectado de coronavirus. Argentina tiene tradición en derechos humanos y sus autoridades deben entender que necesitamos su ayuda”.