Una pérdida interna puede provocar manchas de humedad, levantamiento del revoque y hasta debilitamiento de la estructura, al tiempo que se derrochan litros de agua potable.
Si notás un incremento en el consumo o alertaste alguna señal visible de una posible fuga, te contamos cómo podés ubicar está el inconveniente.
- Revisá los grifos: en primer lugar, deben estar todos los grifos bien cerrados. Si no hay un goteo visible, colocá la punta de un destornillador en la parte metálica de la canilla y podés comprobar si se escucha un ruido. En caso que ocurra, donde suene más fuerte, la fuga estará más cerca.
- Controlá las válvulas y llaves: tanto la que se encuentra en el tanque o el ingreso del agua a la vivienda, como las que forman parte de todo el sistema hidráulico del hogar.
- Inspeccioná los sanitarios: destapá la mochila o la carga del inodoro y mirá si hay movimiento mientras está llena. Colocar papel, algodón o una tela seca en los puntos de salida de líquido, para asegurarte que no haya pérdidas.
- Revisá la válvula de alivio de presión en el termotanque o calefón: la fuerza puede llegar a generar un goteo constante.
- Controlá los sistemas de riego y grifos externos: controlá que las mangueras, artefactos y canillas estén en buenas condiciones.
- Verificá la línea que va del medidor a la casa: cerrá la llave de paso y chequeá el contador del agua para examinar si sigue corriendo.
- Solicitá ayuda a un experto: si ninguno de los trucos anteriores funcionó, mejor llamar a un instalador sanitarista o plomero que pueda utilizar su conocimiento y equipos para detectar el problema.
Estos son algunos de los tips que te ayudarán a detectar una fuga de agua en casa, prevenir inconvenientes que pueden llegar a ser de magnitud, al tiempo que evitás el derroche de miles de litros de agua potable.
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