Los clientes se refugiaron como pudieron, tirándose en el piso y corriendo hacia lugares donde se sintieron más seguros. Un mozo resultó herido y está fuera de peligro. Rosario vive por estos días momentos de terror, delincuentes vinculados a grupos narcos, intentan sembrar el miedo entre gente inocente.
Ya nos son ajustes de cuentas o tiroteos entre delincuentes vinculados a la narcocriminalidad. En las últimas semanas, el blanco de las intimidaciones fueron las estaciones de servicio y ahora le tocó al sector gastronómico. El pasado domingo fueron baleados dos locales de comidas, por fortuna solo hubo heridos y no se registraron víctimas fatales.
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