Cuando pensamos en varices, imaginamos venas nudosas y abultadas en las piernas, particularmente en las pantorrillas. Sin embargo, ese no es el único lugar donde pueden aparecer las venas varicosas. En algunos casos, pueden surgir venas varicosas en los tobillos y los pies. Si bien son los mismos síntomas comunes a toda várice, como dolor, picazón y punzadas, experimentar esos síntomas alrededor de los pies y los tobillos puede ser incluso más molesto que en las piernas.
El advenimiento de las nuevas técnicas de estudio y la dedicación de los especialistas en flebología ha permitido profundizar el conocimiento de esta patología y tratarlas igual que las várices de otros sectores. Suelen ser dolorosas y dificultar la marcha, cuando adquirieron gran volumen en especial las que comprometen el arco dorsal.
En los pies podemos diferenciar varias partes donde pueden aparecer las venas oscurecidas . Están, la región dorsal, plantar y los bordes internos y externos.
Si por los pies transcurren dos de los vasos más importantes de nuestro sistema circulatorio y, además, encontramos otras venas secundarias, es normal pensar que los pies son también una zona susceptible de tener várices.
Al fin y al cabo, nuestros pies son los que soportan nuestro peso día a día y, al ser la parte más baja del cuerpo, la sangre también puede tender a acumularse por la propia gravedad. Estos estancamientos son los que pueden ensanchar las venas y dañarlas hasta el punto de que tornen su color en morado y sus válvulas dejen de funcionar con normalidad en la tarea de impulsar la sangre.
Para saber todo sobre várices en los pies, te recomendamos ver este capítulo de Salud en 3 Minutos en doonde el Dr. Dr. Alejandro Pedrazzoli, Flebólogo y Linfólogo del Centro Pedrazzoli, nos cuenta todo sobre esta enfermedad.
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