Los adultos mayores suelen estar bastante alejados de las imágenes que en la cultura actual se asocian con la sexualidad, y eso puede llevar a la idea de que no la tienen. Prejuicios y connotaciones negativas respecto del deseo sexual en un adulto mayor son las barreras más frecuentes para imaginar que hay vida sexual en los años de la vejez.
La sexualidad siempre está presente en la vida de los adultos mayores, y tenerlo en cuenta ayuda a comprender lo que les pasa, a respetarlos ya mejorar su calidad de vida.
E n el episodio de hoy, desandamos este camino de la mano de la Lic. Melisa Calani, Psicóloga y Sexóloga Clínica , quien nos explica que a diferencia de lo que transmiten los mitos frecuentes, las relaciones sexuales no son solo para la gente joven. La vida sexual tal cual lo define la OMS, su amplitud abarca la identidad de género, la orientación sexual, el placer y el erotismo, la intimidad y la reproducción.
La sexualidad depende de factores biológicos, sociales, psicológicos, económicos, políticos, culturales, religiosos y espirituales. El cuerpo cambia, pero esto no impide la sexualidad; es solo un cambio, no una pérdida de vida sexual. Y si bien este es un tema plagado de tabúes; parece que los adultos mayores tienen vedada la sensualidad.
Mientras se pueda sortear el embate de las enfermedades crónicas, la capacidad de cultivar el impulso sexual a lo largo del tiempo, favorece la calidad de vida de las personas. El “qué dirán” es uno el fantasma con lo que se encuentran y también entienden la sexualidad solamente como genitalidad se presenta como un limitante, lo erótico y la líbido pueden ser estumilados a través de todos los sentidos.
Existen diferentes maneras de tener relaciones sexuales y de logar una sensación de intimidad, en soledad ó con una pareja. Pero además de dar satisfacción, mantener una vida sexual sana es mejorar para otros aspectos de la vida, entre ellos, la salud física y la autoestima.
Comentarios