El Glaucoma es una enfermedad crónica que no presenta síntomas, por lo que se la conoce como "el ladrón silencioso de la visión". Lamentablemente cuando aparecen los síntomas muchas veces ya se llega tarde para todo el daño que el glaucoma puede causar.
Como se trata de una enfermedad crónica, no tiene cura, lo que significa que el paciente debe colocarse gotas de por vida. Pero hoy, gracias a los avances tecnológicos, existe el SLT (Selective Laser Trabeculoplasty), un tratamiento con láser que funciona como una herramienta más conseguir un control más estable de la presión y, por lo tanto, una reducción más eficaz del riesgo de progresión del glaucoma.
La SLT es un tratamiento que no requiere hospitalización, consiste en el calentamiento intermitente y controlado que produce el láser, y que nunca llega a dañar de manera irreversible el tejido, por esto es que se puede repetir cuantas veces se necesite, manteniendo la misma eficacia del primer tratamiento y sin comprometer de ninguna forma el éxito de posibles futuras cirugías de glaucoma.
Como preparación al láser se instila colirio miótico, antiinflamatorio y anestésico y, a través de una lente, se aplica el láser durante 15 y 20 minutos. Durante el tratamiento el paciente puede percibir una sensación de calor localizado en el bulbo ocular, pero no advierte dolor
Para conocer más detalles y precisión sobre esta técnica Láser que devuelve años y calidad de vida a los pacientes, en “Salud en 3 Minutos” lo desarrollamos junto al Dr. Pablo Bonansea, oftalmólogo y especialista en Glaucoma, médico del Instituto Onnis.
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