Son 20km de ripio que proponen una experiencia de naturaleza y cultura única.
En un extremo, las tradiciones serranas y gauchescas que se viven a pleno en Los Reartes, con su gastronomía típica y el entorno bello de su río.
En el otro punto del camino, un lugar que hace honor a la cultura centroeuropea de los inmigrantes suizos que le dieron origen. Apreciable en sus arquitectura, en sus bosques y los sabores de sus características casas de té.
Quienes prefieran hacerlo por asfalto, también pueden unir estos poblado por la ruta que va a La Cumbrecita.
Un paseo ideal para realizar en invierno, ver las chimeneas humeantes y a veces es posible sorprenderse con un leve manto de nieve que llega a la región.
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