Lo que llamó la atención de este envío, del cual todavía no se conoce la cantidad exacta de droga, ya que aún quedan tres contenedores por revisar, es el ingenioso camuflaje utilizado. La cocaína no estaba empacada en panes, como es común, sino en bolsas de unos 20 kilos, cubiertas de azúcar, lo que dificultó su detección con los escáneres.
El secretario Antidrogas de Paraguay, Jalil Rachid, describió el hallazgo como algo digno de una película. “La droga estaba dividida en bolsas. Nunca vemos esto, solo en series de televisión. Era tanta cantidad que no estaba dividida en panes, sino en bolsas de 20 kilos”, compartió con asombro el exfiscal, ahora a cargo de la agencia que lucha contra el narcotráfico. Este secuestro de cocaína también se convirtió en un asunto político, ya que el presidente paraguayo Santiago Peña resaltó que antes, esta cantidad de estupefacientes salía de su país y solo se confiscaba en Europa.
Rachid reveló que la detección de esta droga fue posible gracias a la labor de inteligencia llevada a cabo durante varias semanas. “Un desafío era poder secuestrar la cocaína en los puertos paraguayos, antes de que salga del país. No como antes, cuando nos enterábamos de que la droga había salido del país, cuando la secuestraban en las terminales europeas”, afirmó el funcionario.
En los últimos tres años, se confiscaron en los puertos de Amberes, Bélgica, Rotterdam, Países Bajos, y en Australia más de 50 toneladas de cocaína que salieron por esta ruta fluvial con destino a países donde esta droga tiene un valor, como sucede en Oceanía, más de 100 veces del precio que tiene en el lugar donde se la produce, como en Bolivia, Perú y Colombia. Desde 2021, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito puso el foco en la Hidrovía, como la nueva ruta de salida de la droga que se produce en América del Sur hacia los mercados europeos y asiáticos.
En octubre pasado, en el puerto de Villeta, ubicado en las afueras de Asunción, las autoridades paraguayas secuestraron 3.312 kilos de cocaína, que también, como en este caso, tenían como destino final el puerto de Amberes, en Bélgica.
En la Argentina, el foco está puesto en esta ruta fluvial, porque se detectaron también cargas contaminadas que iban a salir por terminales de Rosario, como ocurrió en agosto de 2022, cuando la Policía Federal secuestró 1.500 kilos de esta droga embalada en pellets de maíz que iban a ser embarcados en Terminal Puerto Rosario. Lo novedoso de este operativo en Paraguay es que por primera vez la cocaína se detectó antes de navegar los 3.400 kilómetros que tiene la Hidrovía.
Hace dos semanas, la Gendarmería Nacional secuestró 460 kilos de cocaína en San Justo, al norte de la capital santafesina, luego de un seguimiento controlado que hicieron efectivos de esta fuerza. Los investigadores estiman que la cocaína fue arrojada desde una avioneta cerca de esa zona, en lo que se conoce en la jerga como bombardeo de droga. Y luego de ser recolectada era trasladada por la ruta de manera terrestre.
Comentarios