Sin saberlo, una mujer rusa estuvo casada 20 años y recurrió a la Justicia para anular el matrimonio.
La víctima presentó la demanda en un tribunal de distrito de la provincia de Oremburgo.
Según contó la mujer, un hombre con el que ella estudió en la universidad le ofreció contraer un matrimonio ficticio, pero ella se negó. Sin embargo, figuran casados desde 1999.
La Justicia constató que la mujer no asistió a la celebración de la boda y nunca firmó el libro de registros de matrimonios que acredita la unión legal.
De acuerdo con la víctima, alguien falsificó su firma.
Con esas pruebas, el tribunal declaró nulo el enlace por no cumplir con las condiciones básicas para un acto de matrimonio.
En ese país la legislación exige un consentimiento mutuo y voluntario entre un hombre y una mujer para contraer matrimonio, además de la presencia de ambos contrayentes al momento de oficializarse la unión.
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