La OCDE elevó el lunes sus previsiones de crecimiento mundial para 2021 (al 5,8%) y 2022 (al 4,4%), al tiempo que advirtió del riesgo de una recaída de la economía por la persistencia de “vientos contrarios”.
Aunque la institución destacó la solidez de la recuperación, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que incluye a 38 países que representan el 60% del PIB mundial, está preocupada por la lentitud de la vacunación en los países pobres y el nerviosismo de los mercados financieros.
En concreto para Argentina, la entidad mejoró el pronóstico de crecimiento del PBI per cápita a 6,1% en 2021 después de una caída del 9,9% en 2020.
Pero empeoró su estimación de 2022 al prever una suba del 1,8%, inferior al cálculo previo y sin recuperar todavía niveles de actividad previos a la pandemia. Recién en 2026 alcanzará a recuperar la situación.
De esta forma, el crecimiento se confirma tras una recesión histórica en 2020, cuando la economía mundial se contrajo un 3,5%, en tanto para 2022, un año en el que la mayoría de las economías deberían volver a sus niveles de 2019, augura un crecimiento del 4,4%.
En el caso de Argentina, desde el organismo señalaron que "los desequilibrios macroeconómicos y las nuevas restricciones a la movilidad van a pesar en el consumo interno y limitar la recuperación", señaló la OCDE. Y advirtió que "la continua monetización del déficit fiscal va a mantener la inflación alta".
Por un lado, advierte que el cepo cambiario limita" las importaciones, mientras los altos precios de los commodities y la fuerte recuperación en China alientan las exportaciones. Por otro, sostiene que "la inflación está rondando en torno al 40%, pese a la débil demanda interna y los fuertes controles de precios".
Así, la dinámica de los precios y el estancamiento del mercado laboral impactan en los ingresos familiares, retrayendo el consumo privado.
En el frente externo, la organización planteó que "la demora en el acuerdo con el FMI y la incertidumbre sobre los próximos vencimientos crearon presiones sobre los bonos, algunas de los cuales fueron reestructurados en septiembre de 2020".
En cuanto a las medidas de ayuda, se mencionan las transferencias de dinero y beneficios para sostener el empleo de los más vulnerables (IFE y AUH), junto con subsidios a los salarios (ATP y Repro) y menores impuestos, lo que incluyó un gasto adicional en programas sociales del 2,2% del PBI.
Entre los principales desequilibrios que afectan a la economía, la OCDE alerta que la reapertura y la vacunación van a ser lentas, por lo que la inmunidad de rebaño recién se logrará en 2022. Así mismo, el alto desempleo, los salarios estancados y la creciente informalidad reducirán el poder de compra, sobre todo de los ingresos más bajos.
El informe también mencionar riesgos a futuro, como una salida desordenada de los desbalances económicos, las negociaciones por los pagos de la deuda de 2021, las bajas reservas del Banco Central para enfrentar renovadas presiones cambiarias, y una "devaluación repentina" que alimentaría la inflación.
Fuente: BCR News
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