El agua como terapia.
Conocimos a Zoe un niña de 6 años diagnosticada con dermatomiositis juvenil: una enfermedad autoinmune. Junto a Lucina, una mamá incondicional encontraron a los 3 años la natación como una alternativa muy sanadora para su recuperación.
Florencia Fiorini su profe de natación es también ayudante terapéutica, fusionó estas dos pasiones , trabaja con niños con discapacidad en grupos y dando clases particulares.
Juntas son una dupla imparable, Zoe logró recuperar su movilidad, adquirió nuevamente fuerza muscular ya que había perdido la capacidad de caminar y maneja en el agua todos los estilos.
Nos dio cátedra de crol, mariposa, espalda, pecho y la onda subacuática, pero por sobre todas las cosas vimos a una niña feliz desplazándose con autonomía y superación en el agua.
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