Portada  |  20 septiembre 2023

Inclusión laboral palpable, y lo demás es cotillón

Diversidad

Fuimos a conocer el equipo de trabajo del cotillón Candy, la política de la empresa es la de facilitar procesos de inclusión para personas con discapacidad en su grupo laboral. Nicolás Reinaga tiene 25 años, condición del espectro autista y hace un año trabaja en Candy. Su función actualmente es atención al público, reposición de mercadería y stock.

Juan Carlos Quevedo tiene 41 años, síndrome de down y se dedica al orden de la mercadería. Con una paciencia virtuosa nos enseñó cómo se doblan los globos grandes y se embolsan.

Ambos pertenecen a la fundación RODAMUNDOS que apunta a desarrollar sus capacidades socio laborales, brindando a cada joven  diferentes talleres ( ya sea de panadería, carpintería, radio y sublimación).

La base de los derechos de las PCD se halla enunciada en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, documento de la Organización de Naciones Unidas al que Argentina adhirió en 2008 (por medio de la ley 26.378) y que desde 2014 (por la ley 27.044) tiene jerarquía constitucional. Esto significa que lo establecido en ella debe respetarse tanto como la Constitución Nacional. En el Artículo 19 se expresa el derecho que tienen las personas con discapacidad a vivir de forma independiente y a ser incluídas en la comunidad.

Las personas con discapacidad tienen derecho a vivir en comunidad con las mismas posibilidades que las demás y el Estado está obligado a facilitar que sea así.

La inclusión laboral propone crear un ambiente de trabajo y una cultura organizacional que valore y celebre la diversidad, y que brinde a todas las personas la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.

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