Un micro que surge de las vísceras y la convicción profunda de cambiar la mirada obsoleta que hay instalada en la sociedad acerca de las personas con discapacidad.
Nos propusimos visibilizar, informar, sensibilizar y sobre todo nos comprometimos a dar rienda suelta a nuestro objetivo de mostrar sin tabúes, sin solemnidades y de manera desdramatizada una realidad que aunque muchas veces es difícil siempre desborda de valores humanos positivos y transformadores.
Por esta misma razón ser finalistas en esta categoría de contenidos con impacto positivo no nos es indiferente, sino que le devuelve peso a nuestra principal misión. Llegamos a la conclusión después de cada historia abordada que la diferencia es el valor y no el estigma y que todo el sistema satelital humano que gira en torno a una persona con discapacidad no tiene desperdicio. Son los eternos héroes invisibles a los cuales les prendemos una cámara, un micrófono y resaltamos como protagonistas indiscutidos. Son ellos los que aprenden a nadar en las aguas de la violencia, la injusticia y la discriminación poniendo la perseverancia de salvavidas y la convicción de que no todo está perdido.
Cuando empezamos con este proyecto temíamos que la sociedad reaccione con frialdad e indiferencia, hoy luego de 2 años cada miércoles a las 21.30 horas cuando comienza a sonar en la pantalla de Telefe la cortina que da inicio a una nueva historia sabemos con seguridad que el rating nos abraza y acompaña, no para acariciar nuestro narcisismo, sino para reforzar y subrayar que nuestro contenido ya es parte de la mesa de los cordobeses, rosarinos y santafesinos y que cada historia nos sensibiliza, nos educa y nos da la oportunidad de reflexionar y ejercitar la empatía.
Diversidad: qué ves cuando me ves es finalista de los premios obrar en la categoría de Contenidos con impacto positivo “y nosotras saltamos de emoción y llenamos el corazón de combustible emocional para seguir buscando de estas historias que a todos nos ponen también un poquito más positivos, ¡Gracias!” expreso Flavia Iros con emoción.
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