Un derroche a cuentagotas
Aunque este dato ya es alarmante, solo representa una pequeña parte del problema. Un inodoro defectuoso puede perder hasta 1.200 litros diarios y un tanque con un flotante en mal estado puede desperdiciar hasta 2.400 litros por día. Estas cifras revelan un derroche significativo de un recurso esencial.
¡A cerrar la canilla!
Una de las medidas más simples y efectivas que podemos adoptar es asegurarnos de cerrar bien las canillas después de usarlas. Este sencillo hábito puede prevenir la pérdida de decenas de litros de agua cada día.
También es importante el mantenimiento regular de las instalaciones internas domiciliarias de agua para evitar daños en la infraestructura del hogar.
Controles periódicos
Inspeccionemos de forma regular todas las cañerías expuestas, canillas, conexiones y electrodomésticos de agua. Busquemos signos de goteos, corrosión o pérdida de agua. Prestemos especial atención a las áreas propensas a la humedad, como debajo de la bacha de la cocina o cerca de los sistemas de calefacción. Revisemos las válvulas y llaves, tanto la que se encuentra en el tanque o el ingreso del agua a la vivienda, como las que forman parte del sistema hidráulico del hogar.
La detección temprana de cualquier problema de goteo es esencial. Por tal motivo, tomemos medidas antes de que un pequeño goteo se convierta en un dolor de cabeza, ya que, de esa manera, podemos ahorrar dinero y contribuir significativamente a la conservación del agua.
Un compromiso personal
Nuestra participación es fundamental para proteger uno de los recursos más valiosos de nuestro planeta. Cerrar bien las canillas, revisar periódicamente que todas las instalaciones estén en condiciones y reparar las pérdidas en las instalaciones internas domiciliarias contribuyen a un futuro más sostenible.
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