Tu tanque es la reserva diaria de agua potable en tu hogar, y como todo depósito de agua, requiere de cuidados para mantenerse en forma. Por eso, hoy te traemos los secretos para que esté impecable y cumpla con los estánderes fundamentales de mantenimiento.
¡Misión limpiar tanque: activada!
Una vez al año es clave realizar una limpieza profunda con el objetivo de conservar la calidad del agua, eliminando los microorganismos que se acumulan en estos depósitos domiciliarios. Siguiendo estos tips, será muy sencillo:
1. El mejor momento para planificar la limpieza de tu tanque es en épocas de frío donde el consumo de agua baja.
2. Antes de empezar, verifica que tu tanque esté en perfecto estado, sin grietas ni daños. Y no olvides asegurarte de que la tapa esté bien cerrada para evitar sorpresas desagradables.
¡6 Pasos para la gloriosa limpieza!
1. Cerrá las llaves de paso: la que carga el tanque y la que baja a la vivienda. También, recordá cerrar la llave que carga el termotanque.
2. Vaciá un poco el tanque, dejando sólo 15 centímetros de agua. Limpiá cepillando el fondo, las paredes y la tapa. Es importante que en este paso sólo uses agua, nunca cepillo de metal o productos de limpieza, como detergente, jabón, etcétera.
3. Vacía completamente el tanque y enjuaga varias veces. De esta manera estarás expulsando los residuos por la válvula de desagüe.
4. Llená el tanque con agua hasta la mitad. Agregá cada mil litros de agua un litro de hipoclorito de sodio (lavandina) hasta que se llene el resto del tanque.
5. Dejá actuar durante al menos 3 horas. Eliminá el agua y volvé a llenar y vaciar el tanque hasta eliminar el exceso de cloro.
6. ¡Listo! Llená el tanque y ponelo en servicio. Recordá que el tanque debe estar provisto de una tapa con cierre, de manera que no permita ingresar elementos contaminantes.
Ver tutorial:
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